Marko Cortés evidenció que posiciones del PAN se las reparte la cúpula
XALAPA, Ver., 27 de febrero de 2016.- El sábado 20 de febrero, la detención de un joven vendedor ambulante de origen indígena generó un fuerte enfrentamiento entre policías municipales de Orizaba y comerciantes de Ixhuatlancillo, quienes hartos de los constantes abusos de parte de las autoridades municipales, decidieron defenderse.
El incidente se suscitó cuando Noé García, quien vendía plantas sobre la avenida Madero, fue intervenido por elementos policiacos, quienes con lujo de violencia lo subieron a una patrulla. Esto despertó el malestar de más vendedores, en su mayoría mujeres.
Más tarde, ante la negativa de los policías, los comerciantes retuvieron a un elemento municipal y a un inspector de Comercio, con la advertencia de que no los dejarían ir hasta que les entregaran el joven.
Ante el enardecimiento de los indígenas y ciudadanos que se aglutinaron en apoyo, alrededor de 15 policías con escudos avanzaron en línea recta por la calle Colón, desde Sur 3 hacia Madero, empujando a su paso a quienes se encontraban junto a la camioneta de Comercio, entre ellos a dos reporteras de un diario local, una de ellas Jessica Ignot Ortiz, quien fue golpeada por un oficial en el cuerpo mientras ella le gritaba: «¡somos reporteras!».
Al ver la injusticia a manos de los policías, los comerciantes y ciudadanos comenzaron a arrojar botellas de plástico y todo lo que encontraron a la mano sobre los elementos, quienes terminaron replegándose a la Sur 3, en tanto que arrojaban gas pimienta sobre la gente indiscriminadamente.
No fue hasta que llegó el comandante Alfonso Zenteno que se ordenó la liberación del vendedor detenido, quien arribó al lugar sólo para declarar que los policías preventivos lo habían golpeado en la cara y en el cuerpo.
El pasado lunes 22 de febrero, dos días después del enfrentamiento, más de 200 habitantes, la mayoría comerciantes de flores, encabezados por su alcaldesa, Cinthya Montalvo Pérez, marcharon y se manifestaron en el Palacio Municipal para hablar con el alcalde de Orizaba, Juan Manuel Diez, bajo la amenaza de cortarles el suministro de agua.
Ante la falta de acuerdos, esa misma noche cerraron una de las válvulas del manantial Citlali de Ixhuatlancillo, que abastece de agua a la zona norte de Orizaba.
Hasta el miércoles 24 de febrero, y luego de una reunión de casi cuatro horas, las autoridades locales de Orizaba e Ixhuatlancillo acordaron reabrir las válvulas de la planta de agua a cambio de permitir a los comerciantes vender sus artesanías por los próximos 15 días, sin embargo, harán una consulta ciudadana para aprobar esta medida.
Autoridades de Orizaba aceptaron desistir de las denuncias por los daños causados el pasado sábado al trabajador y a la camioneta de Comercio. Además, los hijos de las vendedoras podrán permanecer en la guardería que se localiza en el mercado Cerritos, con la finalidad de que no se exponga a los menores.
El alcalde de Orizaba, Juan Manuel Diez Francos, terminó disculpándose con los vendedores agredidos por policías municipales y se comprometió a “ver la situación de los empleados que los han discriminado y que los hechos no se vuelvan a suscitar”.
Comisión Estatal de Derechos Humanos interviene
Desde el primer día de los hechos, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) abrió de oficio la queja COR/0094/2016, por la “presunta detención ilegal de un vendedor de flores de origen indígena”.
En un comunicado, la CEDH destacó que el organismo investigará un posible uso excesivo de la fuerza pública por parte de las autoridades municipales y la agresión sufrida a dos reporteras que se encontraban dando cobertura a los hechos.
La presidenta del organismo, Namiko Matzumoto Benítez, advirtió que el caso era grave, pues además de un uso excesivo de la fuerza, los policías municipales discriminaron a los indígenas, considerados grupo vulnerable, por lo que cuentan con una protección reforzada desde la perspectiva de derechos humanos.
Diez Francos, “El Emperador”
En Orizaba, le dicen “El Emperador JM10”, aunque parece que el mote no tiene una connotación positiva, sino la de un autoritario y represor.
Juan Manuel Diez Francos despertó una polémica internacional en 2015 al darse a conocer que develaría una estatua a Porfirio Díaz.
En agosto declaró que en los 30 años que Porfirio Díaz fue presidente de México puso orden en el país, dio paz y progreso, “quizá su mayor error fue no haberse muerto a tiempo, como sucedió con Benito Juárez, y de él hay estatuas por todas partes».
En medio de protestas y manifestaciones de desacuerdo, Diez Francos develó la estatua del ex presidente de México Porfirio Díaz Mori, en la Plaza Bicentenario de esta ciudad, el 1 de septiembre.
Desde 2010, los medios de comunicación local registraron que el edil gustaba de ordenar actos de acoso, hostigamiento e intimidación contra los comerciantes, y que pese a que éstos han presentado denuncias ante el Ministerio Público por abuso de autoridad, éstas no han prosperado.
Cabe mencionar que a días de la agresión, Juan Manuel Diez se ha negado a dar declaraciones a este medio de comunicación y al noticiero Conexión Veracruz; sin embargo, en los casos anteriores, se ha defendido asegurando que los comerciantes son desalojados cuando violan la ley al vender en lugar prohibidos, por lo que los inspectores de Comercio sólo “cumplen su labor”.
Respecto del caso específico de Ixhuatlancillo, ha declarado en entrevistas anteriores que desde su primera gestión como alcalde se destinaron 40 lugares para comerciantes en el mercado Cerritos, pero «el problema es que quieren estar en el Centro y la pregunta es por qué a los de Ixhuatlancillo sí y los de Orizaba no, comerciantes de Orizaba se han mandado a otros lugares porque no hay venta en el primer cuadro y lo tienen que respetar».