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CÓRDOBA, Ver., 22 de diciembre de 2015.- Con 35 años de experiencia dentro de la corporación de Tránsito del Estado, don Pablo de la Cruz Fiscal asevera que ha tenido más satisfacciones que malas experiencias, a pesar de que a veces en su trabajo es objeto de ofensas y mala fama por parte de la ciudadanía.
En el marco de la celebración del Día del Agente de Tránsito, Pablo de la Cruz, de 57 años de edad, relató que ya no reciben obsequios de la gente como antes, sin embargo admite que este gesto no es obligatorio.
Refirió que por fortuna actualmente están mejor pagados y más capacitados, lo cual ha mejorado su desempeño.
Como agente de tránsito, sus mayores satisfacciones han sido acudir a las escuelas a ayudar a los minusválidos, a las personas de la tercera edad y a toda la ciudadanía como servidor público.
Don Pablo de la Cruz se ha es empeñado no tan solo como agente vial, pues fue delegado desde hace varios años en su tierra natal, Santiago Tuxtla; además, trabajó en delegaciones de los municipios de Minatitlán, Coatzacoalcos, Catemaco, Ángel R. Cabada, Lerdo y Tecolutla, pero «cada municipio es diferente y la población también».
Entre sus malas experiencias con la ciudadanía, recuerda, es que los conductores siempre les lanzan recordatorios familiares; sin embargo, dijo que ya se acostumbró.
En su día, no recibieron algún regalo o “detallito” como se acostumbraba anteriormente, pero para don Pablo es parte de los cambios que se han dado en los últimos años y “la población no está obligada a darnos regalos, se les acepta algún refresco o algo de comer, pero gracias a Dios tenemos nuestro sueldo”.
Viudo, Pablo vive agradecido con la vida, pues sus cuatro hijos ya son profesionistas.
“Actualmente la corporación ha cambiado, tenemos más capacitación y preparación los agentes de Tránsito”.