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XALAPA, Ver., 3 de diciembre de 2015.- Más de mil millones de personas sufren algún tipo de discapacidad en el mundo, es decir, una de cada siete presenta alguna condición que afecta su nivel de vida, por lo cual cobra importancia la reflexión a la que nos lleva este Día Internacional de las Personas con Discapacidad, celebrada desde 1992 por la Organización de la Naciones Unidas (ONU).
Discriminación, falta de legislación adecuada para proteger sus derechos, menos oportunidades económicas, pobre acceso a la educación, falta de servicios adecuados para el uso de tecnologías o transporte, es parte de lo que viven las personas con discapacidad.
Entre las cifras que la ONU maneja para exponer la necesidad de inclusiones globales más allá de las prioridades, se registra que más de cien millones de discapacitados son niños, quienes tienen cuatro veces más posibilidades de ser víctimas de algún tipo de violencia. El 80 por ciento de las personas con discapacidad viven en los países en desarrollo y el 50 por ciento no tienen acceso a la sanidad.
Entre los temas que se reflexionan en este 2015 y en los cuales se deberá trabajar, la ONU menciona la prioridad de construir “las ciudades inclusivas y accesibles para todos; mejorar los datos y estadísticas sobre la discapacidad, e incluir a personas con discapacidad invisible en la sociedad y el desarrollo”.
El Secretario General de ONU Ban Ki-moon, recordó que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, es un “plan global de acción que nos insta a no dejar a nadie atrás”, lo que indica el esfuerzo que debe realizar el mundo para mejorar nuestro conocimiento acerca de los retos que afrontan las personas con discapacidad y dar cabida e importancia a sus voces en las decisiones que atañen a la sociedad en general.
Finalmente, cabe recordar que el término discapacidad se usa para definir una deficiencia física o mental, como la discapacidad sensorial, cognitiva o intelectual, la enfermedad mental o varios tipos de enfermedades crónicas que presenta una persona y que a largo plazo puede afectar su forma de interactuar y participar plenamente en la sociedad en la que vive.
Sin embargo, la ignorancia es la responsable de la estigmatización y la discriminación que padecen las personas discapacitadas, por lo cual a cada ciudadano nos toca comprender e informarnos sobre la corresponsabilidad que nos atañe a fin de romper esta brecha y lograr su inclusión en todos los aspectos sociales.