La plática previa a subir al avión presidencial ocurrida entre el mandatario Enrique Peña y el Gobernador Javier Duarte, así como el contenido de la misma, donde el Jefe Máximo comenta al Ejecutivo Estatal su decisión de que sea él quien seleccione al candidato del PRI para la gubernatura, existió y es real. No es «borregazo» ni invento; me lo confirmaron desde el centro del País.
El viernes pasado, cuando el columnista Víctor Murguía dio a conocer en exclusiva esta charla, se aceleró la ya vertiginosa maquinaria de rumores rumbo a la sucesión en Veracruz, pues ese mismo día, por la tarde, estaría el dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, en el rancho San Julián de Perote, con la anfitrionía de José Yunes Zorrilla, fuerte aspirante a la candidatura; de igual forma, estarían Héctor Yunes Landa, también con similares posibilidades, y el Gobernador Javier Duarte.
Tanto en la comunicación como en la política no existen coincidencias. La aparición pública de la charla entre Peña Nieto y Duarte de Ochoa previa al denominado cónclave tricolor en Perote, se efectuó para evitar que Beltrones tuviera que insinuarlo horas después en la comida del rancho San Julián, cuyo objetivo siempre fue generar unidad y limar asperezas entre las distintas corrientes priístas.
La publicación de la charla entre Peña Nieto y Javier Duarte en una de las plumas más leídas del estado, cuyas fuentes gozan de todo crédito, se efectuó porque desde el centro de la República autorizaron dicha filtración, con el afán, me dicen, de que Beltrones se dedicara, exclusivamente, a reducir la distancia existente entre Yunes Landa y Yunes Zorrila con el mandatario veracruzano. La táctica funcionó, al grado de que cuando menos desde esa fecha, es notorio que aunque no todo es miel sobre hojuelas, el ambiente crispado en el círculo priísta local se relajó de manera evidente, de otra manera, el Gobernador no habría asistido al Informe de Labores del Senador oriundo de Perote.
Ahora bien, el hecho de que el Presidente haya decidido que el Gobernador Duarte seleccione el nombre del candidato, no quiere decir de antemano que el elegido será alguno de sus «delfines» públicamente conocidos, o que otros aspirantes en automático estarían descartados por haber mostrado distancia con el Ejecutivo, no, para nada, no es por ahí. Javier Duarte elegirá al que garantice dos cosas: unidad priísta y victoria en el 2016. Sea quien sea.
«Tienes toda mi confianza Javier, hasta ahora nunca me has quedado mal»; y es cierto, en términos reales el Ejecutivo no ha perdido una sola elección en su estado, tiene mayoría en el Congreso Local y 16 de las 21 diputaciones federales. «Pero ésta es tu decisión más importante, no puedes equivocarte»; el Gobernador sabe que no hay margen de error, es en efecto, un parteaguas en su vida política. Javier Duarte está enterado que los de «arriba» le brindarán el apoyo que necesite; Javier Duarte se decidirá por el que le garantice la victoria, llámese como se llame, no habrá -ni puede- haber equivocaciones.
Ramón Ferrari Pardiño, en la Legislatura.
Durante su comparecencia ante el Congreso Local, el Secretario de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca, defendió en todo momento lo reportado por el Gobernador Javier Duarte en su Quinto Informe de Labores.
Ramón Ferrari recordó que Veracruz es el mayor productor de México en materia cafetalera, actividad que genera en promedio ingresos por 247 mdd en exportaciones; resaltó que cuando se menciona al estado, es inevitable asociarlo con el mar, caña de azúcar, vainilla, piña, limón y ganado bovino. El conocido Doctor, viejo y experimentado lobo de mar en estos menesteres legislativos, más que comparecer, disfrutó el diálogo con los diputados locales. Un máster. Enhorabuena.