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XALAPA, Ver., 22 de noviembre de 2015.- La violencia hacia las mujeres se la debemos en gran parte a una estructura patriarcal que ha alimentado la discriminación contra las féminas, “se debe erradicar el machismo y la misoginia en la sociedad para evitar violencia hacia las mujeres”, afirmó el coordinador de asuntos jurídicos del Instituto Nacional de las Mujeres (INM), Pablo Navarrete Gutiérrez.
Señaló que es necesario un mecanismo de condena social sobre este tema, ya que también es responsabilidad de la sociedad tomar acciones.
“Desde la sociedad debemos contribuir con las estrategias del Estado para evitar la violencia contra las mujeres, asumamos una posición clara y firme, un mecanismo de condena total, no podemos seguir permitiendo el feminicidio como la expresión de la barbarie de la violencia contra las mujeres en nuestro país”.
Navarrete Gutiérrez afirmó que hace falta un profundo cambio social y cultural para que las mujeres dejen de ser objetos y se conviertan en sujetos de derechos.
El representante de la INM declaró que “debería ser un asunto de la mayor vergüenza que sigamos así como sociedad”, pues continúan el hostigamiento callejero, las violaciones de toda índole, el control machista y los asesinatos.
“Los celos en México son el primer detonante de violencia contra las mujeres, todo acto de control sobre las mujeres es un delito”.
Aunado al contenido de la política pública que trabaja para prevenir, sancionar y erradicar la violencia, debe existir una estrategia social que redoble esfuerzos, pues tal parece que no se avanza y no se hace lo suficiente, externó.
Dijo que en México se asesinan en promedio a 7 mujeres cada 24 horas, por lo que también es necesario el apoyo de medios de comunicación como defensores del pueblo, ya que pueden ser pieza clave para lograr una movilización nacional contra la violencia hacia las mujeres.
Finalmente envió dos mensajes, uno dirigido a las afectadas a fin de ayudarlas en cualquier situación de violencia que estén atravesando.
“No están solas, hay una gran red de instituciones que estamos para serviles, que no estén en condiciones de soledad asumiendo situaciones de violencia, la violencia no es normal y no debemos permitirla”.
A los agresores advirtió, “no se atengan a que en el pasado no se hacía nada, hoy se está haciendo; o cambiamos nuestra forma de relacionarnos con las mujeres o lo vamos a pagar”.