En Veracruz hay muchos hombres y mujeres que llevan el apellido Yunes, todos ellos dedicados a diferentes actividades profesionales, aunque se tenga la percepción de que sólo se mueven en la política, cuestión normal, pues en este estado la llamada «polaca» se vive con profunda intensidad, de ahí que al escuchar la palabra «Yunes» nuestra mente se ubique en los cinco más sonados de los últimos años: los Senadores priístas, Héctor Yunes y José Yunes; el Senador panista, Fernando Yunes; el diputado federal blanquiazul, Miguel Ángel Yunes Linares, y el alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez.
De acuerdo a los movimientos políticos de dos años a la fecha, todo apunta a que Veracruz será gobernado por un Yunes posterior al mandato de Javier Duarte de Ochoa. En realidad, hasta podría darse el hecho inédito de que en la boleta electoral del 2016, se presentaran tres candidatos con el apellido Yunes: Héctor o Pepe por la alianza del PRI; Yunes Linares, o por qué no, Fernando Yunes, por el PAN-PRD. No descartemos que uno de los Senadores priístas podría inconformarse, registrarse «por la libre», y entonces sí, tendríamos tres Yunes postulados, pero para efectos prácticos, mínimo, habrá dos compitiendo por la sucesión.
De los cinco Yunes en la escena política, cuatro tienen actualmente posiciones y relaciones que catapultan hacia la gubernatura. Héctor, es Senador muy cercano al dirigente nacional tricolor, Manlio Fabio Beltrones; José, también Senador, es amigo personal del Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, por mencionar sólo uno; Miguel Ángel, el padre, logró la titularidad de la Comisión de Seguridad en San Lázaro, además, es cercano al ex dirigente panista, Gustavo Madero, y por último, Fernando, quien acaba de obtener la Presidencia de la Comisión de Justicia del Senado.
Ahora bien, así como tienen sus blasones, los cuatro Yunes también poseen, sin meternos en la historia de ninguno de ellos, sus «escándalos» recientes. Héctor y el ahora famoso «caña gate»; José y sus señalamientos de desastre financiero en Veracruz; Miguel Ángel, con sus «encuerados» de los 400 pueblos bailando y tapándose los genitales con una hoja donde aparece impresa su cara, y Fernando, señalado respecto a que aprovechará la Comisión de Justicia del Senado, para proteger a su padre de las denuncias ante la PGR por presunto desvío de recursos públicos.
Si me preguntan quién de ellos tiene más posibilidades de gobernar a Veracruz a partir del 2016, les respondería que uno de los dos Yunes priístas. Si me preguntan quién de ellos está más distanciado del Gobernador Duarte, les diría que ahora los cuatro. Si me preguntan quién de ellos lleva más las de perder, les contestaría que Yunes Linares, porque es el más «emproblemado» en varios frentes. Si me preguntan quién tiene más futuro después de la elección del 2016, quizá Fernando Yunes, por la posición que tiene en relación a su corta edad.
Ahora bien, por pura teoría de conjuntos, la mayoría de Yunes veracruzanos encumbrados en la política nacional nos llevaría a un Ejecutivo de ese apellido para el próximo año. Además, mucho se dice que ante el fractura de los cuatro Yunes con el Gobernador Duarte, y el costo político que esto podría traer en el estado, de Los Pinos podrían pensar en un independiente como el ex Secretario de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón, o algún diputado federal veracruzano para «salvar» la minigubernatura; eso me cuentan del centro del País, fuentes extremo cercanas a los que deciden.
El panorama nacional y el hartazgo ciudadano por los políticos y sus fallas, han hecho crecer de manera exitosa las candidaturas independientes. La tendencia del electorado por ya no confiar sus destinos en los partidos, se consumó en victorias como las del Bronco en Nuevo León, Manuel Clouthier en Sinaloa, Alfonso Martínez en Morelia, o Pedro Kumamoto en Jalisco. El caso en Veracruz podría llevar ese rumbo, con un Buganza o un Yunes.
Ahora bien, con ganas sólo de ser reiterativo, si me preguntan quién relevará al Gobernador Duarte el siguiente año, tomando en cuenta las condiciones actuales, les vuelvo a decir que todo señala a un Yunes priísta, por la vía política que guste, partidista o independiente.