Carlos Ramírez/Indicador político
2016, PEPE YUNES; ¿2018, VIDEGARAY?
Con el pretexto de dar una conferencia sobre la situación sociopolítica y financiera del país, el próximo sábado 12, al mediodía, el aspirante presidencial y fundador del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, presidirá una asamblea pública en la plaza Lerdo de Xalapa.
Muy bien simulado, el de AMLO es un acto de precampaña anticipado rumbo a la sucesión presidencial de 2018, que es la elección que más interesa al ex perredista tabasqueño luego de haber perdido la Presidencia de la República en 2006 y 2012 por un apretado margen en la votación. Por ello, en el reciente proceso electoral de junio pasado recurrió a una estrategia similar, pues apareció no sólo en los spots de radio y televisión sino también en centenares de anuncios espectaculares al lado de los candidatos de Morena a la diputación federal, algunos de los cuales, como en Veracruz, se alzaron sorpresivamente con la victoria en un par de distritos y, en otras circunscripciones, cosecharon un considerable número de votos pese a que eran prácticamente desconocidos para el electorado.
López Obrador sigue creciendo en la intención del voto, ya que paradójicamente –a la par de su adelantada precampaña– su principal promotor es el presidente Enrique Peña Nieto, tanto por su desatinado discurso en contra de los populistas y demagogos (en clara alusión al líder de Morena) como también por sus decisiones y omisiones desacertadas.
Hasta hace dos meses, el ex jefe de gobierno capitalino encabezaba las encuestas con el 42 por ciento de la intención del voto, 24 puntos arriba del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien con 18% de las preferencias era el colaborador de Peña Nieto mejor posicionado. Pero en esos sondeos aún no se medían los efectos en la opinión pública de la nueva fuga del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán ocurrida el pasado 12 de julio, los cuales habrían mellado las aspiraciones del titular de la SEGOB que, aun así, fue ratificado por el mexiquense como jefe de gabinete aunque en apariencia resultó ser el menos favorecido con los recientes reacomodos en el equipo presidencial.
En cambio, algunos destacados analistas políticos, intelectuales y politólogos han coincidido recientemente en que la verdadera carta del Presidente para sucederlo sería el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, quien hasta agosto de este año figuraba en las encuestas 6 puntos debajo de Osorio Chong. En su opinión, el titular de la SHyCP habría sido el más favorecido con los movimientos en el gabinete presidencial, pese a que se ha generado la percepción de que Peña Nieto encartó en el juego sucesorio a José Antonio Meade y a Aurelio Nuño al promoverlos a las secretarías de Desarrollo Social y de Educación Pública, respectivamente. Pero tanto el ex canciller como el joven ex jefe de la Oficina de la Presidencia son dos personajes muy cercanos a Videgaray. El primero fue su condiscípulo en la universidad y al otro lo trajo de regreso a México en 2012 cuando estudiaba un doctorado en Inglaterra.
Sin embargo se ve muy cuesta arriba que el secretario de Hacienda pueda crecer en las preferencias electorales. Todos los expertos en finanzas diagnostican un bajo crecimiento económico en México hasta la víspera de la sucesión presidencial de 2018. Además Videgaray, a diferencia de Osorio Chong –cuyo exceso de confianza y tolerancia a la corrupción en el ámbito penitenciario federal facilitó la segunda fuga de “El Chapo” Guzmán que tuvo resonancia internacional–, tiene en contra una serie de factores sobre los que no tiene ningún control directo. Uno es el de los precios internacionales del petróleo, cuya estrepitosa caída le está obligando a realizar severos ajustes al presupuesto de la Federación para el próximo ejercicio fiscal y, por ende, a disminuir también las participaciones federales a los gobiernos de los estados y municipios.
Sin embargo, todo parece apuntar que Peña Nieto está decidido a apostar por su ministro de Hacienda, pues el pasado viernes 4 reunió en la residencia oficial de Los Pinos a todo su gabinete, a los cuales advirtió, en dicho encuentro de más de una hora, que en esta segunda etapa de su gobierno deberán tener mayor claridad de rumbo, determinación y compromiso, por lo que se dedicó a revisar cuál será el papel de cada dependencia en proyectos clave para los próximos tres años, y en los que tendrá injerencia directa Luis Videgaray.
Peña exhortó a sus colaboradores a cumplir con el decálogo anunciado en el mensaje que dio en Palacio Nacional el pasado miércoles con motivo del Tercer Informe de Gobierno. Entre las medidas destacan la presentación de un plan de austeridad en el Presupuesto de Egresos 2016 y la implementación de nuevos mecanismos financieros para costear infraestructura educativa y energética, así como la creación de una Secretaría de Cultura. Asimismo, una iniciativa para la creación de zonas económicas en Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas, y programas específicos para zonas rurales, para combatir la pobreza y detonar la productividad. El Presidente recordó que estas acciones permitirán hacer frente a grandes desafíos nacionales, sin apartarse del camino trazado.
¿Acaso será la sucesión presidencial de 2018? A ver si les alcanza. Por lo pronto, en Veracruz, Videgaray ya logró que uno de sus aliados y ex condiscípulos, el senador Pepe Yunes Zorrilla, recibiera en su rancho San Julián al gobernador Javier Duarte, con quien hasta hace un mes el aspirante priista a la gubernatura de 2016 se negaba a cruzar palabra.
El detalle es que Duarte –agobiado por la exorbitante deuda pública de casi 44 mil 500 millones de pesos, oficialmente registrada ante la Secretaría de Hacienda– fue humillado al obligársele a ir hasta Perote para reunirse solo, sin intermediarios, con Yunes Zorrilla, cuyo diálogo fue breve y tan privado que nadie sabe realmente qué fue lo que convinieron. ¿A poco no hablaron de la sucesión estatal del año entrante?
JÓVENES AGRÓNOMOS CON MOLINA
Tras participar en el Congreso Nacional de la CNC, que tuvo lugar en Durango, aportando sus conocimientos técnicos para mejorar el campo, estudiantes de la Facultad de Agronomía encabezados por Néstor Leyva Muñoz manifestaron su respaldo a Juan Carlos Molina Palacios para encabezar la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos en Veracruz.
Leyva Muñoz sostuvo que Molina Palacios “es un hombre que conoce el campo y desempeñará un buen papel para impulsar a los jóvenes mediante proyectos productivos y capacitación”.