Quirino Moreno Quiza/Repechaje
Espadas y escudos para la Legislatura Federal
La bancada de diputados federales priístas tiene mucho trabajo por hacer. La 63 Legislatura arranca el primero de septiembre, y le aseguro que desde ese día, panistas, perredistas y Morenos, querrán demostrarle al bloque mayoritario que no la tendrá fácil, a pesar de su superioridad numérica. La mayoría absoluta del bloque PRI-Verde-Panal tornará a la oposición más agresiva, confrontante, e incluso, insultante.
Se lo estoy adelantando, empezará caliente la nueva Legislatura Federal. Será un Congreso muy mediático, quizá más que el anterior. Hay muchos ansiosos por captar la atención periodística. Cada grupo Legislativo soltó a la opinión pública asuntos para levantar expectativa, interés, hasta morbo.
De entrada, Marko Cortés, Coordinador de la bancada panista, dejó claro que iniciarán empujando un juicio político contra la Secretaría de la Función Pública, por el reciente informe sobre el conflicto de intereses, y también, contra el Gobernador Javier Duarte, por el tema de los periodistas caídos en Veracruz. Ahí están, los blanquiazules lanzando dardos mediáticos.
Por otro lado, Morena da a conocer un código de ética para sus legisladores y ganadores en la elección pasada. En ese «manifiesto» destaca que cederán el 50 % de su salario para apoyos educativos, también que no aceptarán ningún incentivo o bono. De igual manera, anunciaron «a los cuatro vientos», en pocas palabras, que todo aquello que huela a Enrique Peña Nieto o al PRI, no lo aceptarán ni aprobarán. Muy mediático.
Ahora bien, que el PRD no me lo tome a mal, pero no tiene mucho para figurar en esta Legislatura, llegan disminuidos en número, fuerza y con severos conflictos internos. Los del sol azteca no han «tirado» algo mediático porque no tienen de dónde, al menos por el momento. Buscarán secundar los movimientos panistas para mantenerse vigentes, seguirán soñando en convencer a los «morenos» de Andrés Manuel López Obrador, para formar esa tan mencionada «gran izquierda».
El bloque encabezado por el PRI, acompañado del Verde y los valiosos 10 diputados del Panal, (sin esas 10 curules no serían mayoría absoluta), buscarán repeler sin «engancharse» en pleitos a la vorágine opositora, enojada por ser de nuevo minoría, cosa que no ocurría desde Carlos Salinas de Gortari. El PAN y Morena intentarán desquiciar a los tricolores en tribuna, descalificando al Presidente, a las Reformas y a los Gobernadores del bloque. Si el PRI evita llevar los enfrentamientos más allá de lo normal, si se abstiene de caer en ese juego y replica con inteligencia, saldrá bien librado, en eso es experto César Camacho Quiroz.
Los diputados priístas veracruzanos tienen mucho por hacer. Deben cerrar filas y proteger al Gobernador Javier Duarte con argumentos y debate, el mandatario es uno de los blancos anunciados de la oposición. En Morena hay dos diputados que no cesarán en hacer señalamientos: Cuitláhuac García y Rocío Nahle, quien además es la coordinadora de ese grupo. ¡Y bueno!… por supuesto, la figura del blanquiazul Miguel Ángel Yunes Linares, quien no hará otra cosa más que aventársele encima al Ejecutivo veracruzano cada vez que tenga oportunidad.
Ayer, el Gobernador Duarte se reunió en conocido restaurante de Veracruz con los diputados federales electos Erick Lagos, Adolfo Mota y Alberto Silva; también estuvo la Secretaría General del PRI Estatal, Corintia Cruz. Ahí platicaron de la agenda legislativa para el estado en San Lázaro, y claro, de lo importante que es cerrar filas. Deben tener «gallos» y «navajas afiladas» para combatir a Yunes Linares y a Morena, tanto en tribuna como en tierra, y por supuesto que hay materia prima para ello: los tres que se reunieron en el restaurante son buenos para eso, súmeles a Jorge Carvallo.
Insisto, será una Legislatura muy mediática.