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Imparte hospital militar taller de defensa personal en Veracruz puerto
XALAPA, Ver., 26 de agosto de 2015.- A pesar de las cifras alentadoras del gobierno federal, en México aumentó el trabajo informal derivado de la difícil situación económica y la falta de empleos e inversión en las entidades, reconoció la abogada en Derechos Humanos y consultora independiente, Tania Espinoza.
En entrevista para Conexión Veracruz, advirtió que la situación económica de México es terrible y preocupante, por lo que el país cuenta con un alto número de trabajadores informales justamente por el alto costo de la misma formalidad, que conlleva a pagar impuestos, seguridad social, entre otros beneficios para los empleados.
Ante tal situación, resulta conveniente conjuntar esfuerzos para que de manera programática se pueda generar un mayor número de empleos, con estabilidad y prestaciones de ley, la cual denominó “empleo decente”.
Agregó que muchos de los trabajadores que antes laboraban en una empresa formal, ahora están convertidos en comerciantes informales, porque tal vez su empresa ya no pudo y dejó de pagar impuestos o seguridad social.
“Vemos cómo han incrementado los comerciantes, ambulantes, por el hecho de no poder conseguir una fuente de trabajo y porque resulta más barato estar en la informalidad”.
Además de ello, recordó que recientemente el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dio a conocer que aumentó la población en pobreza vulnerable, con bajos salarios y carencias básicas, lo cual es el común predominante de las familias en distintas regiones del país.
Agregó que en muchas de las comunidades pobres, los jefes de familia han emigrado a otras partes de la República Mexicana para buscar mejores condiciones de trabajo y de vida para sus familias, lo que normalmente los lleva a convertirse en jornaleros agrícolas.
“De ahí que hemos visto y descubierto cómo estas empresas agrícolas enganchan a campesinos, mujeres y niños para trabajar en la pisca de maíz, colecta de tomate y calabazas, pagando salarios miserables con largas jornadas de trabajo y viviendo en condiciones infrahumanas”.
La especialista en Derechos Humanos rememoró los casos más recientes debidamente documentados de trabajadores y niños explotados en campos agrícolas de los estados de Baja California y Coahuila.