Prosperidad empresarial compartida
Las razones de Beltrones
Finalmente fue Manlio Fabio Beltrones. Hasta hace algunas semanas, y posterior al discurso del Presidente Enrique Peña en el último evento partidista, donde hizo énfasis en privilegiar a los jóvenes dentro de la reconstrucción del PRI, los ojos de los vaticinadores políticos llevaban a pensar que Aurelio Nuño se perfilaba para la dirigencia del tricolor, sin embargo, tal como lo escribí aquí, la lógica se impuso.
¿Por qué la decisión fue Beltrones? De entrada, porque en el caso inmediato de los pasados comicios, mostró otra vez su categoría para operar una elección en un terreno que gobernaba el panismo, y para colmo, su tierra, Sonora. Ahí, su candidata, Claudia Pavlovich, no sólo vino de atrás para ganar, sino que arrasó en el Congreso Local, borrando prácticamente a los blanquiazules.
Cambiemos de terreno. A Manlio Fabio Beltrones se le considera, hasta la fecha, como un hombre no perteneciente al círculo cercano de Peña Nieto, de hecho se registró como su contrincante en la búsqueda de la candidatura hacia Los Pinos. Fueron justamente estas «diferencias» las que también hoy llevan al sonorense al PRI, pues hábilmente, el Presidente, al hacerlo líder tricolor, manda un mensaje a la militancia de apertura, unión, tolerancia, y por supuesto, de cohesión ante los tiempos de combate que se avecinan.
Una más. El panorama político electoral cambió con el surgimiento de las candidaturas independientes. Su éxito y el Bronco pusieron a pensar en renovación urgente a todos los partidos políticos. La constante ganadora de los que optaron «por la libre» fue pertenecer al PRI, al PAN, o al que usted quiera, pero venir de una renuncia o separación por algún conflicto de valoración militante. Beltrones, en sí, por su capital político, podría haber buscado la «independiente» en caso de no ser considerado. Con esta inteligente decisión, el Presidente conserva a un gran activo que se sabe recompensado en sus filas.
Por otro lado, en su papel como Coordinador de los Diputados Priístas en San Lázaro, cargo que finaliza el último día de este mes, Beltrones defendió a capa y espada las grandes reformas del Presidente Peña Nieto. Fue ahí, en el Congreso Federal, donde se libró la gran batalla para cabildearlas, negociarlas y aprobarlas. El sonorense cumplió con las expectativas y amarró lo que había que amarrar. Ahora, César Camacho Quiroz, otro de los hombres fuertes de EPN, después de su exitosa dirigencia en el PRI, ejercerá con maestría esa posición legislativa.
Por su parte, Aurelio Nuño, el poderoso Jefe de la Oficina de la Presidencia, uno de los pilares centrales de Peña Nieto, no perdió con la llegada de Beltrones, por el contrario, también ganó, pues demostró que de no haber existido el sonorense, no tenía contrincante alguno; salió pues, fortalecido para lo que se avecine, dicen algunos que podría buscar arrebatar la Jefatura del DF al PRD o a Morena. Ya veremos, pero Nuño tiene mucho futuro.
Manlio Fabio Beltrones tiene más fuerza aún con su compañera de fórmula, la diputada federal electa, Carolina Montoya, ex alcaldesa de Metepec en el Estado de México, quien además de ocupar la Secretaría General del partido, desempeñará sus funciones legislativas a partir del primero de septiembre.
Las razones para decidir por Beltrones fueron claras, pero sobre todo, muy pensadas.