Raúl López Gómez/Cosmovisión
Caso Narvarte, los hechos
Los hechos, sin adjetivos, están ahí.
El 31 de julio, en la Ciudad de México, fueron asesinadas cinco personas en un departamento de la colonia Narvarte. Entre las víctimas fueron identificados el fotógrafo Rubén Espinosa Becerril y la joven egresada de la Universidad Veracruzana, Nadia Vera.
Hasta hace unos meses, estos dos jóvenes radicaban en la entidad veracruzana y ambos –cada quien en su momento- decidieron “exiliarse” (esa fue la expresión que utilizaron) pues denunciaron en redes sociales y ante medios de comunicación, que eran hostigados y que temían por su vida.
En el caso especial de Nadia Vera, ella hizo responsable al Gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, de cualquier acto de violencia que pudiera sufrir ella misma o alguien de su familia.
Para explicar su salida de Veracruz, Rubén Espinosa se refirió a la creciente inseguridad en la entidad. “La muerte escogió a Veracruz, la muerte decidió vivir ahí”, dijo en una entrevista.
Aunque han sido muchas las voces que se han alzado para calificar estos hechos como un ataque más a la libertad de expresión, y una manifestación más de la intolerancia y la barbarie que se vive en Veracruz, lo cierto es que las autoridades del Distrito Federal anticiparon, desde los primeros informes, que no había indicio alguno que los llevara a concluir que la ejecución de estas cinco personas tuviera algo qué ver con las actividades de dos de las víctimas, en la entidad veracruzana.
A pesar de ello, la Procuraduría de Justicia de la capital del país aclaró que no se había descartado esa hipótesis y ya se recababa información sobre esa posibilidad.
En los días posteriores al asesinato (con huellas de tortura y con evidencias de que les dieron el tiro de gracia), las autoridades capitalinas reportaron la captura de uno de los tres presuntos autores materiales de esos crímenes, un sujeto que admitió ya su participación, aunque aclaró que él sólo intervino en el saqueo del departamento, no en las agresiones y los homicidios.
Dio, además, las referencias de quienes fueron sus cómplices y ya la policía está tras la huella de los otros responsables.
El móvil del crimen y la eventual existencia de un “autor intelectual” del ataque, serán temas que habrán de resolverse una vez que los tres presuntos homicidas estén bajo el resguardo de las autoridades y rindan su declaración.
Este lunes, diez días después de estos hechos, el Gobernador de Veracruz Javier Duarte de Ochoa ofreció conferencia de prensa para fijar su postura personal, y la de su gobierno, sobre estos crímenes.
Dijo que “desde el primer momento”, tras conocer de los hechos, se puso en contacto con el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera “para ofrecerle toda la colaboración institucional”.
Este lunes, en la ciudad de México se informó que el gobernador de Veracruz rendirá su declaración ante el Ministerio Público, en torno a este caso. El subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales, Edmundo Porfirio Garrido Osorio viajará este martes al estado de Veracruz, para tomarle la declaración.
El Jefe de Gobierno capitalino, Miguel Mancera, dijo que se comunicó vía telefónica con Javier Duarte a fin de notificarle que se requería su “declaración directa” y acordaron que el mandatario estatal recibiría al funcionario de la procuraduría capitalina.
Javier Duarte dijo que la Fiscalía General de Veracruz dio respuesta inmediata a la solicitud de la procuraduría del Distrito Federal de antecedentes de denuncias presentadas por Rubén Espinosa y Nadia Vera. Se les informó que no había ninguna denuncia reciente de estas dos personas.
La única denuncia formal fue presentada por el fotógrafo en el año 2013. La presentó ante la PGR, por las agresiones que sufrió durante el operativo efectuado por la Secretaría de Seguridad Pública del estado en la Plaza Lerdo, cuando ese espacio fue desalojado para que se pudieran celebrar las fiestas patrias. El desalojo ocurrió la noche del 14 de septiembre de 2013.
Javier Duarte se refirió también al discurso que pronunció en Poza Rica, durante un encuentro con periodistas con quienes conmemoró el Día de la Libertad de Expresión, cuando habló de que algunos comunicadores andaban en malos pasos y les aconsejó a todos que se cuidaran.
En esta ocasión Javier Duarte dijo que su mensaje fue “sacado de contexto” y que no se refirió únicamente al gremio periodístico, sino a toda la sociedad pozarricense, pues al día siguiente de ese mensaje se ponía en marcha un fuerte operativo policiaco para inhibir la delincuencia en aquella zona.
Habló de los 11 homicidios de periodistas ocurridos durante su gestión. Dijo que ocho de esos casos fueron atraídos por la PGR y en todos ellos ha habido resultados. En los otros tres, que fueron investigados por la Procuraduría de Veracruz, ya hay detenidos y se sigue el proceso judicial en su contra, por lo que rechazó que haya impunidad.
En síntesis, las autoridades del Distrito Federal siguen investigando ese crimen y ya tienen avances importantes. Aunque sus pesquisas no los llevan a pensar que el hecho haya tenido que ver con las presuntas amenazas recibidas por Rubén Espinosa o Nadia Vera, le darán seguimiento a esa línea de investigación, que es en la que han insistido periodistas y activistas tanto en el Distrito Federal como en Veracruz. El propio Gobernador Javier Duarte habrá de declarar lo que sepa de este tema.
No hay más.
Todo lo que se diga además de esto, será mera especulación, que en nada abona para el esclarecimiento de este homicidio múltiple.