Cerezas en París, la novela de Magali Velasco que transcurre en Xalapa
VERACRUZ, Ver., 8 de agosto de 2015.- La Playa de Villa del Mar es una de las paradas obligadas entre los bañistas que disfrutan de las cálidas temperaturas del puerto de Veracruz. Durante mucho tiempo ha sido considerada como una de las más tradicionales y conocidas del puerto, pero esta fama también conlleva malos comentarios, generados por los abusos de parte de palaperos y prestadores de servicios de la zona.
Ernesto Díaz Pulido viajó desde Córdoba junto con varios amigos para disfrutar de las playas del puerto, pero en Villa del Mar encontró que la renta de una mesa pequeña con seis sillas de plástico tienen un costo de 100 pesos, lo cual no se les hizo caro, ya que el resto de la inversión en alimentos y bebidas corrió por cuenta propia.
Aseguró que sólo buscándole bien dieron con la palapa que ofrece sombrillas más baratas, ya que en su primera opción les querían cobrar 200 pesos; sin embargo, a diferencia de su segunda opción, donde les querían cobrar lo mismo, tuvieron un buen trato de negociación.
“Son cerca de unos 800 pesos, como somos varios nos cooperamos, somos nueve en total, sí es económico por la cantidad de personas que somos, traemos vehículo particular, si viniéramos en autobús, pues sería un poquito más caro”.
Pero en Villa del Mar no hay quién se salve de recibir un precio injusto, Monserrat Vázquez Pérez, visitante de Puebla, aseguró que en su caso, para sentarse con su familia en una mesa, le valió el condicionamiento de consumo mínimo, el cual fue de 200 pesos, lo cual consideró un abuso.
“La verdad sí se nos hace un poco caro, más que nada se me hace un poco exagerado”.
Agregó que poquito antes de entrar de lleno a la playa de Villa del Mar, también fueron abordados para pagar el estacionamiento en la vía pública, por lo cual tuvieron que darle 50 pesos a los franeleros.
“Yo creo que hay bastantes palapas y yo creo que si no fueran tan excesivos los costos, sí le sacarían o ganarían más, sí que cobren por el servicio, pero pues no tanto”.
Por su parte, el señor Fernando Cárdenas, originario del Distrito Federal, aseveró que en esta temporada vacacional encontró que los precios en la zona de playas veracruzanas han sido accesibles, lo cual consideró benéfico para la economía de quienes acuden a vacacionar en familia.
“Pues bien, nada más estoy gastando a razón de 900 ó mil pesos diarios, traigo a mis dos niños, se me hace bastante, bastante accesible”.
Quienes son veracruzanos y acuden desde otra parte del país para visitar a su familia, ya saben que al acudir a las playas del puerto de Veracruz, se tienen que andar a las vivas, ya que de lo contrario los gastos del paseo playero se pueden incrementar.
La señora Silvia García Franco, originaria de Xalapa, pero que radica en la Ciudad de México, es un ejemplo de ello, ya que en su visita a Veracruz acudió con su esposo y nieto para disfrutar de la playa, pero eso sí, se dio una vuelta por varias palapas y eligió al final la que le ofreció la mesa y las sillas únicamente a cambio de su consumo, el cual no tuvo una definición mínima.
“Más que nada preguntar antes de utilizar algo, porque si no luego se lleva uno la sorpresa, ver donde más convenga”.