Sheinbaum lamenta homicidio del sacerdote Marcelo Pérez en Chiapas
XALAPA, Ver., 5 de agosto de 2015.- El multihomicidio ocurrido el pasado viernes 31 de julio en la colonia Narvarte llama “poderosamente la atención por el número de víctimas”, y es un hecho que puede ser más grave de lo que parece porque hay “claros indicios de que está relacionado con una actividad criminal”, afirmó el ex secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal y abogado penalista, Gabriel Regino García.
Entrevistado para MVS Noticias con Alejandro Cacho, el especialista en derecho dijo que lo alarmante en casos como éste es que es que no hay actividad criminal sin complicidad y no sólo de más gente sino hasta de oficiales de policía y de autoridades.
“Vamos a ser racionales y no pasionales, lo más contundente que hay es que fueron por algo; alguien estaba escondiendo algo en ese departamento o en otro lugar, no lo quiso dar, no lo quiso entregar, falló en algo y detonó en este multihomicidio, y es algo típico de organizaciones criminales”.
Dijo que en una circunstancia de esta naturaleza la primera condición es establecer las causas de la muerte: “una investigación con técnicas científicas forenses en el ámbito criminal tiene que partir de un principio básico: no tener absolutamente ningún prejuicio”.
Se debe analizar el modus operandi de los homicidas, quienes por lo general dejan firmas. En criminalística, esto tiene que ver con el hecho de si hubo empleo de sadismo, de violencia excesiva, si hubo desorden o no en el lugar de los hechos, el tipo de lesiones, el tipo de arma de fuego, “el lugar y forma del impacto, nos da inclusive perfiles criminales de los autores”.
“En este caso, estamos evidentemente ante un crimen que tuvo la intención de ser cometido, pero que en ese momento quizá se llevó entre la acción criminal a personas que quizá estaban en un mal momento, en el lugar equivocado, es una hipótesis”.
Gabriel Regino explicó que es posible que los autores de este múltiple homicidio hayan empleado tortura como técnicas para obtener información, tomando en cuenta la información que ha podido hacerse pública, el saqueo y búsqueda incesante en dos de las recámaras.
Explicó que el análisis de video que los peritos habrán hecho va a determinar que esa persona que está arrastrando la maleta es una persona robusta, “esto de acuerdo con la dimensión del bulto con respecto de él”, y, por lo tanto, la dificultad con la que la lleva, “y entonces ahí ¿qué sustancias o qué objetos pueden tener el peso de esa naturaleza?”
Destacó que los responsables del asesinato, según se advierte, se llevaron los teléfonos no con el propósito de simplemente quedárselos, “no no no, sino porque saben que hay información ahí, lo cual nos lleva a empezar a establecer el perfil de los autores”.
Asimismo señaló que si utilizaron armas de fuego, “una de dos: fue con silenciador o como ronda por ahí una versión, utilizaron las almohadas para aislar el ruido de la detonación. Si esto se comprueba, es decir, si hay almohadas perforadas, estamos elevando entonces el nivel de actuación de los sicarios. Y ya les llamo sicarios porque son gente que sabe a lo que va”.
En ese sentido, consideró que los asesinos fueron mandados a recoger algo a como diera lugar y a quienes estuvieran ahí darles, “como se dice en el argot criminal, darles piso”.
Regino García calificó como grave y delicado el manejo que hasta ahora la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal ha dado a la información sobre los hechos suscitado en la Narvarte, aunque, dijo, “es común en casos de alto impacto como éste que el manejo de la información sea defectuoso, pues no comunicar con claridad genera que se abonen cantidad de hipótesis que puedan o no estar sustentadas debidamente”.