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Subestimar la complejidad
* La propaganda de Tomás
Ya en otras ocasiones se ha hecho referencia a este párrafo, el penúltimo del Artículo 134 de la Constitución, que a la letra dice:
“La propaganda, bajo cualquier modalidad de comunicación social, que difundan como tales, los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y entidades de la administración pública y cualquier otro ente de los tres órdenes de gobierno, deberá tener carácter institucional y fines informativos, educativos o de orientación social. En ningún caso esta propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público”.
Se hizo referencia a este mandato cuando el senador Héctor Yunes Landa inició, con mayor antelación de lo que permite la Ley, la promoción de su informe de labores. Hoy es obligada la mención por los anuncios espectaculares que ha colocado en todo el estado el actual secretario de Infraestructura y Obras Públicas, Tomás Ruiz González, servidor público que ha declarado que aspira a ser gobernador de Veracruz el próximo año.
La propaganda política de este funcionario del gobierno estatal se disfraza como publicidad de la revista político-empresarial “Líder”, recurso que en su momento han utilizado otros personajes políticos, como el actual gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.
La propaganda está ahí, a la vista de todos los veracruzanos, y Tomas Ruiz se escuda en una “chicana” jurídica para violentar el espíritu de la Carta Magna. En su momento los órganos electorales federales se declararon sin competencia para estos casos, por considerar que no se hace referencia explícita al puesto de elección popular al que se aspira, ni se enmarca en fechas de competencia política.
Y si embargo, la entidad veracruzana ha sido tapizada de fotografías del personaje de marras, haciendo referencia a sus presuntos logros en la responsabilidad que hoy encabeza, lo que representa claramente un acto de promoción personal.
Si la Constitución no es lo suficientemente específica en la prevención y erradicación de estos actos de parcialidad política, debería ser el propio Gobernador Javier Duarte, jefe directo de Tomás Ruiz, quien ordenara el retiro de dicha propaganda.
Eso, sin embargo, es algo que no va a suceder, pues todo este aparato publicitario es parte de la estrategia del mandatario estatal con miras a la ratificación del grupo que en estos momentos él encabeza, al frente de las instituciones políticas de Veracruz.
Si no es uno de sus cuatros fantásticos, será el panista Gerardo Buganza, con quien le unen lazos de complicidad; si no, será el senador Héctor Yunes, con quien ya aterrizó acuerdos, y si no, ahí está Tomás Ruiz, otro con quien tiene intereses comunes.
Ante el riesgo de que en el centro del país pretendan imponer una carta ajena a los gustos el mandatario estatal, éste tiene preparados los planes “a”, “b” y hasta “c”.
Total, lo más sencillo es calentarle la cabeza a un iluso aprendiz de político, endulzarle el oído y lanzarlos al ruedo. En esta guerra, como en todas, opera aquella regla que afirma: “Divide y vencerás”.