Cierren casas y no salgan, pide Gobierno de Tecpan tras enfrentamientos
MÉXICO, 30 de julio de 2015.- El 90 por ciento de las niñas que habitan zonas rurales y semiurbanas tienen presión familiar por encontrar una alternativa económica para apoyar a sus padres, por lo que son más vulnerables a la trata de personas, explicó la investigadora Angélica Bautista.
En el marco del Día Mundial contra la Trata de Personas, Notimex informa que la psicóloga social de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) advirtió que este fenómeno ha incrementado por la falta de oportunidades, y que son los propios padres y hermanos quienes orillan a niñas y jóvenes a ser víctimas de este delito.
Explicó que hay zonas de Guerrero, Oaxaca y Chiapas donde la trata de personas es creciente; “poco más de 30 por ciento de las niñas es enganchada para apoyo al trabajo doméstico”.
La especialista del Departamento de Sociología dijo que “ante la falta de oportunidades, las jóvenes son seducidas con engaños y se las llevan a las ciudades. Esto no se ha visibilizado lo suficiente porque en las zonas urbanas, donde la mujer se ha emancipado y tiene más alternativas de desarrollo personal y educativo, pareciera que el problema no existe”.
Bautista López subrayó que como política pública tendría que haber una labor desde el sector educativo para fomentar la equidad en la formación de niños y niñas en todo el país y de manera especial en las regiones mencionadas para transformar la cultura misógina en la que las niñas no tienen derecho a opinar y a definir su futuro.
“Esto implica un esfuerzo coordinado de diversas instancias locales, estatales y federales pues de no llevarse a cabo acciones más concretas el fenómeno crecerá”, abundó.
Recomendaciones para evitar ser víctima de trata de personas
Por su parte, el gobierno de la República publicó algunas recomendaciones para evitar ser víctima de la trata de personas; subraya que cualquier persona puede ser víctima de este delito, pero son más vulnerables las mujeres, niñas, niños y adolescentes, así como los migrantes.
Recomienda que en los perfiles de redes sociales no se publique información personal, por ejemplo, nombre completo, domicilio, número telefónico, o el de personas conocidas ni compartir fotos de familiares o amigas y amigos
Limitar el acceso a información sólo a las personas cercanas, además de no usar las redes para conocer gente, pues esto puede ser muy peligroso; así como desconfiar de anuncios o personas que ofrezcan trabajos muy atractivos, sobre todo si son fuera de sus ciudades de residencia, y si piden fotografías en traje de baño o con poca ropa.
Nunca vayas sola o solo a entrevistas de trabajo, pídele a un familiar o amigo que te acompañe y aléjate de personas que te aborden en la calle para conocerte; si recibes mensajes en los que busquen seducirte, ilusionarte, amenazarte, chantajearte, intimidarte, o con la promesa de regalarte cosas que te gustan, platícalo con una persona de tu confianza, de preferencia con tus padres o profesoras o profesores.
Reporta todo tipo de abuso cuando exista una amenaza o alguien exprese comentarios que te incomoden, no sólo te ayudará a ti, sino protegerás a las demás personas que navegan. Nunca hables con personas desconocidas en Internet y mucho menos actives tu webcam con ellas.
Coquetear en línea con personas extrañas puede tener graves consecuencias, ya que algunas mienten y pueden hacerse pasar como personas de tu edad, nunca puedes saber realmente con quién estás tratando.
Nunca compartas fotografías con poca ropa o en situaciones íntimas con nadie. Conserva los mensajes, correos electrónicos y toda información indebida (como frases o imágenes ofensivas), pues servirán en caso de que sea necesario denunciar ante las autoridades.
No permitas el acceso o aceptes invitaciones de amistad de personas desconocidas, aunque se presenten como de la escuela, de algún club o equipo deportivo al que perteneces o amistades de familiares.
Nunca compartas información que sirva para identificarte o localizarte fuera de Internet, por ejemplo, los lugares que frecuentas, los días y la hora en que lo haces, los horarios en que estás en tu casa o los momentos en que te quedas a solas.
Crea contraseñas seguras: tienen que contar como mínimo con ocho caracteres; contener letras mayúsculas, minúsculas, símbolos y signos de puntuación; créala con base en una frase que puedas recordar fácilmente, y cámbiala frecuentemente.