Carlos Ramírez/Indicador político
El destape del domingo
En política, los hechos y ambigüedades se comunican por medio de símbolos muy claros, los cuales giran en torno a acciones de la figura poderosa del municipio, estado o país, que van desde la cercanía o lejanía del asiento con respecto al jefe en el presidium, hasta la tardanza o rapidez para respondernos un pin o whatsapp, o peor aún, cuando ni siquiera nos contesta o lee, la temida «D» eterna, ahí ya ni existimos. Hoy, como siempre, la comunicación entre políticos está llena de símbolos, y para muestra, sobran ejemplos.
Lo que antes eran la audiencias con el jefe hoy se resuelven por la Blackberry, Iphone o teléfono celular. En muchos de los casos, las agendas del Gobierno o de la empresas se desahogan a través de los chats, o bien, del «mensajeo» directo con el «que manda» o el que debe atender «el tema». Cierto es que no todo se resuelve a través de los dispositivos celulares, pero sí gran parte de los asuntos.
Lo que antes era esperar horas para ser recibido por el Secretario o el Gobernador, hoy se traduce en la «D» eterna del pin o en las dos palomitas azules del whatsapp, lo cual significa que no hay una respuesta para nosotros, o peor aún, podría interpretarse como que no la merecemos, algo similar a aquella frase de la secretaria del funcionario después de una larga tarde de espera: el licenciado no podrá recibirlo hoy, regrese mañana.
Así es, la política es de símbolos que se expresan en privado, pero sobre todo, en público, para que todos vean el mensaje que el mandatario quiere comunicar sin palabras, sólo a través de acciones. Aterricemos. Vayamos al evento del domingo pasado, ahí donde el Senador Héctor Yunes Landa rindió su Informe de Labores.
Los símbolos en la política son muy significativos, claros y concisos, pero cuando se acercan tiempos de relevos en el poder, mucho más. Héctor Yunes contó con la presencia del Senador José Yunes Zorrilla, declarado contendiente a la gubernatura y quien parece ha mostrado distancia respecto al mandatario veracruzano, por lo cual, su sola presencia «comunica»; estuvo el Senador panista Fernando Yunes Márquez, férreo crítico del Gobierno actual, lo cual, también «comunica»; a reserva de dos o tres ausencias obvias de la oposición, toda la crema y nata de la política veracruzana presente, lo cual, vuelve a «comunicar», y tuvo, como cereza del pastel, al Gobernador Javier Duarte y su esposa, Karime Macías, lo cual, por supuesto, termina de «comunicar».
Más que un Informe de Labores, el evento del Senador Héctor Yunes el domingo fue su destape formal hacia la gubernatura, aunque no se haya dicho de manera textual en algún momento. La sola presencia del Gobernador Duarte con casi todo su gabinete, de acuerdo a la historia de la política mexicana, significaría su anuencia total como candidato oficial. Además, el buen humor del mandatario, sus expresiones faciales relajadas y disposición para tomarse fotos sonriente con Yunes Landa, son señales inequívocas de respaldo.
Ahora bien, habrá que observar el informe del otro Senador contendiente, José Yunes Zorrilla, los que asisten, los que no asisten, los que sonríen, los que no lo hacen, eso también comunicará y en definitiva, podría saberse quién es el candidato oficial, pues aún falta trecho por recorrer, dado que hay otros «gallos» en el PRI.
No podemos olvidar que una de las señales habituales en nuestro México y de la cual también hay muchos ejemplos, es aquella de que «en la política no hay nada escrito, todo puede pasar», y más, cuando ya hay un jefe despachando en Palacio Presidencial.