La despolitización del pueblo y sus nefastas consecuencias
El destape de Buganza, ayer
El pasado 19 de mayo, luego de hacer una serie de consideraciones sobre Jaime Rodríguez “El Bronco”, cuya victoria como candidato independiente se venía venir en Nuevo León, pregunté (“Prosa aprisa”: “¿Buganza, el futuro ‘Bronco” veracruzano?”) quién podría ser la persona que encarnara la versión veracruzana de El Bronco. Apunté que Gerardo Buganza, e igual hice una serie de consideración de porqué.
Ayer, faltando cuatro minutos para las tres de la tarde, el portal SDPnoticias.com, del periodista y empresario regiomontano Federico Arreola, subió un video de cuatro minutos y medio titulado “Buganza independiente por Veracruz: ‘Soy más que un Bronco’”, en el que el todavía Secretario de Gobierno se destapa como futuro candidato independiente al gobierno de Veracruz. El texto de su mensaje habla por sí solo:
“Soy Gerardo Buganza, ustedes me conocen. Me dirijo a los ciudadanos de Veracruz. Soy uno más entre los casi ocho millones de habitantes que tiene mi estado. No milito en ningún partido. Soy un ciudadano independiente. No soy Bronco, soy más que un Bronco.
Dos veces quise ser gobernador de Veracruz y dos veces las mafias políticas de los dos grandes partidos me lo impidieron. En 2004 le gané la elección a Fidel Herrera y a Dante Delgado, pero las autoridades electorales hicieron sus típicas trampas para quitarme la victoria. Oficialmente me dejaron en segundo, en empate, a sólo .2% de los votos del ganador. Si ese resultado me reconocieron, imagínense de qué tamaño fue mi triunfo contra el sistema.
No sólo la mafia del PRI me hizo a un lado de mis aspiraciones políticas, ocurrió lo mismo con la mafia del PAN un sexenio después. Felipe Calderón manipuló a los panistas desde Los Pinos para hacer candidato a gobernador a un expriista verdaderamente atroz: Miguel Ángel Yunes. A pesar de la aceptación que yo tenía entre los ciudadanos, la mafia del PAN me marginó para darle la candidatura a alguien que venía de la mafia del PRI. Como todos sabemos, el señor Yunes se formó en la peor época del priismo. Hace cinco años, ustedes lo recordarán, dije que yo me encargaba de que Yunes no ganara las elecciones de gobernador de Veracruz y no las ganó. Veracruz no merecía un personaje tan nefasto.
He trabajado como miles de ciudadanos en el gobierno de Veracruz. MI trabajo ahí está. Ustedes lo conocen. Ustedes podrán evaluarlo. Siempre he actuado con honradez y eficiencia, y a mi nadie puede reprocharme nada. Me ha costado mucho llegar a donde estoy, no sólo por lo difícil que es luchar contra las mafias de los partidos, sino también porque he padecido graves problemas de salud, que son públicos. El ciudadano tiene derecho de conocer la salud de quienes aspiran a gobernarlo. Las enfermedades de los políticos no tienen porqué ser secreto de Estado. El combate contra el cáncer lo voy ganando. No ha sido sencillo, pero estoy muy bien y con ánimo.
Me siento fuerte y tengo experiencia para aspirar de nuevo a ser gobernador de Veracruz. Voy a ser candidato independiente ya que la ley lo permite, y como ha quedado claro en otros lugares eso es lo que la gente exige, gobernantes que se deban a los ciudadanos y no a los institutos políticos.
Como muchos mexicanos he celebrado la victoria de El Bronco sin partido en Nuevo León. Respeto al señor Jaime Rodríguez, pero desde ahora mismo expreso que yo soy distinto. No soy malhablado, soy educado. Mi discurso no es religioso ni nunca lo será, aunque creo en Dios y los que me conocen me han visto muchísimas veces en misa. Soy más que un Bronco porque soy un político muy serio y, eso sí, sé alzar la voz y no me tiembla la mano.
Me preocupa que la mafia que el PRI tiene incrustada en el PAN, es decir, el señor Miguel Ángel Yunes, esté pensando en ir otra vez por la gubernatura de Veracruz. Yunes es un manipulador con recursos amplios al que debemos de detener y no veo en el PRI, ni en Morena, ni en el PRD mejores opciones. Yo sí puedo. Puedo y quiero. Empiezo a trabajar, por lo pronto, en mi tiempo libre para conseguir las firmas que permitan registrar mi candidatura independiente. En su momento renunciaré a mi trabajo en la administración pública de Veracruz e invito a todos a sumarse a este proyecto de verdadero cambio político, el cambio que Veracruz necesita y merece”.
Ayer ya Ciro Gómez Leyva, en su columna de El Universal, daba indicios de lo que venía. Remato su texto con lo siguiente: “MENOS DE 140. Desairado ahora por el PRI, el una vez candidato del PAN, Gerardo Buganza, buscará como independiente el gobierno de Veracruz. Buen perfil”.
Que se sepa, Buganza nunca buscó ni busca la candidatura por el PRI pues ni siquiera está afiliado a ese partido, no obstante que en julio de 2012 tuvo la oportunidad de convertirse en tricolor y fue invitado por el gobernador Javier Duarte de Ochoa a hacerlo, lo que sí aceptaron, por ejemplo, Tomás Ruiz González, quien se había ido del expartidazo en 2004, y Eric Juan Antonio Porres Blesa, quien dejó así su militancia panista. Rindieron protesta ante el entonces presidente del CEN, Pedro Joaquín Coldwell, en un acto en el WTC de Boca del Río.
Buganza, pues, es el único miembro del gabinete estatal que no tiene filiación partidista, pues dejó el PAN el 3 de marzo de 2010 y desde entonces se mantiene al margen de cualquier sigla, aunque es un gran operador político, tanto que ha sido factor decisivo en muchos de los triunfos que ha obtenido, ¡oh política!, el PRI en pasados procesos electorales, lo que bien saben en la Casa Veracruz.
Quién sabe si cuando Ciro dijo que ha sido desairado por el PRI se refirió a que el tricolor no voltea a verlo cuando pudiera ser una buena opción aparte de Héctor y Pepe Yunes, pues las encuestas serias lo ubican, de entre los miembros del gabinete estatal y de entre el grupo de prósperos, como el mejor posicionado, aunque no es tricolor y aunque sigue siendo combatido férreamente desde afuera y desde adentro por el exgobernador Fidel Herrera Beltrán y por todos sus aliados. Pero, señala Gómez Leyva, tiene buen perfil.
En 2012 Buganza me dijo que no buscaría la gubernatura, que su mayor aspiración, entonces, era terminar en la Secretaría de Gobierno. Pero ya estuvo, ya se fue o lo fueron, y lo regresaron otra vez. Entre sus planes estaba irse del Gobierno si no volvía a la Segob. Retomó el cargo el 6 de enero pasado. En realidad, amigos y simpatizantes suyos los han estado “enamorando” desde 2013 para que sea candidato independiente (para él la idea no es nada nueva) y a finales de ese año cuando le pregunté sobre el tema me dijo que sólo aceptaría participar si se lo pedía el presidente Peña Nieto (lo identifica muy bien pues trabaron relación cuando Gerardo fue senador y diputado federal), aunque no me dijo si por un partido o con la bandera de independiente, aunque en pocos meses las circunstancias cambiaron y Jaime Rodríguez “El Bronco” abrió nuevos horizontes en la política mexicana con su triunfo con el que se convirtió en el primer gobernador independiente electo, próximamente gobernador constitucional.
Yo tengo mi propia teoría. Luego de la elección del 7 de junio, en especial en la segunda quincena de ese mes, se desató una ola de rumores que incluso lo daban por muy grave en un hospital de Houston, otros que había recaído en su salud y que se había ido a tratar pero que ya no regresaría al cargo, etc., y hasta se manejaron nombres de posible sucesores. En efecto, el Secretario de Gobierno se ausentó, aunque pienso que en realidad fue a checarse médicamente pero para comprobar que está bien, muy bien como para lanzarse a la batalla por la sucesión, y de paso para cabildear en el Distrito Federal y saber con quiénes y con cuánto cuenta para dar una buena batalla.
En política las candidaturas se construyen, y para la gubernatura, con muchos años de anticipación, como en los casos de Pepe y Héctor Yunes. Buganza tiene suficiente bagaje. Aparte de su perfil académico, del que poco se habla (es ingeniero industrial y licenciado en Administración de Empresas, además de que ha sido catedrático en la UV y en el Tec de Monterrey, entre otras cosas), ha sido síndico municipal, dos veces diputado federal, senador, candidato al Gobierno del Estado (insiste en que ganó a Fidel y que tiene todas las pruebas) y ahora es funcionario público en una posición clave, política ciento por ciento, donde se hacen relaciones con todos los actores de la vida pública de Veracruz, por lo que no es un improvisado y tiene camino andado.
Pero no la veo fácil para el cordobés. Si el Bronco ganó en Nuevo León fue porque supo aglutinar a su alrededor toda la inconformidad popular en contra del gobernador Rodrigo Medina, del PRI, con base en un discurso que era el que querían escuchar los nuevoleoneses: que investigaría las pillerías de los que ya se van y de que metería a la cárcel a todos los corruptos. Veremos cómo lo resuelve Buganza en Veracruz.
Aunque no hay que olvidar que el 30 de septiembre de 2013, entonces como Secretario de Infraestructura y Obras Públicas, ante el descontento de la población de la Sierra de Zongolica por el atraso de obras del Fonden presentó denuncias penales en contra de 58 empresas luego de cancelarles contratos, para recuperar las fianzas de garantía por un monto de 28 millones de pesos. “Todas son denuncias, yo no me he andado por las ramas, me he ido directo y fuerte, en contra de todos esos”, resaltó en aquella ocasión, aunque ni la Procuraduría General de la República ni la estatal entonces actuaron nunca. Pero demostró que puede.
Por lo pronto, como quiera que sea, hace bulla en vísperas del informe del senador Héctor Yunes el próximo domingo y ante el tono de su discurso le deja una tarea muy difícil: el priista ya no puede seguir con su discurso tibio ante los hombres del gobierno si no quiere perder más terreno y rezagarse, y a Pepe Yunes le va a exigir que tampoco le baje el volumen a su posición crítica e incluso a que la incremente. La guerra ha comenzado.