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Subestimar la complejidad
* Mitos y certezas
Groucho Marx dejó como legado una de las mejores descripciones de lo que es la política. Dijo que es “el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”.
Decía Winston Churchill que la política es más peligrosa que la guerra, “porque en la guerra sólo se muere una vez”.
La interpretación de cada ángulo de la política es una tarea inagotable. Peor aún, si nos referimos a la política “a la veracruzana”.
En Veracruz, como en la magia, nada es lo que parece.
Sin embargo, para hacer análisis serio sobre los acontecimientos políticos, debemos partir de algunas certezas, por escasas que parezcan.
Estos son algunos puntos de partida que sirven para entender lo que sucede en la entidad.
Héctor Yunes no es el candidato de Javier Duarte para la gubernatura de dos años.
A pesar de sus frecuentes reuniones y su aún más constante comunicación vía pin de Blackberry, Javier Duarte no está convencido de que Héctor Yunes sea la mejor opción para sucederlo, pues teme –con justificada razón- que una vez en el cargo, el nativo de Soledad de Doblado le dé la espalda y se desentienda de los compromisos.
Gerardo Buganza no entra en el proyecto sucesorio de Veracruz.
El propio mandatario estatal se lo ha dejado en claro, pero el panista cordobés sigue escuchando diablitos en el oído que le aseguran que es la mejor opción. Lo cierto es que su operación política es bastante limitada. Es falso que haya influido en el triunfo de Marco Aguilar en Córdoba.
Es tal su terquedad, que destina fuertes sumas en su promoción, no sólo en la entidad, sino en la capital del país. De nada le servirá.
La salida de Alfredo Ferrari del PRI no ha sido considerada por “el primer priista de Veracruz”.
Los rumores de cambios en ese instituto político son más bien promovidos por los interesados en ocupar esa imposición. Alfredo Ferrari trabaja ahora en la creación de la Escuela de Cuadros, una tarea fundamental para el futuro del tricolor, que había sido relegada por los últimos dirigentes priistas.
Héctor Yunes nada tuvo que ver en la decisión del Gobernador de dar marcha atrás a muchos de los artículos del nuevo reglamento de tránsito.
En realidad, tanto el reglamento de tránsito como las reformas legales para combatir el alcoholismo entre los jóvenes, son iniciativas “de humo”. Esto es, se trata de distractores sociales para que se pasen por alto las modificaciones legales de real trascendencia, como el nuevo Código Electoral y la nueva distritación para los procesos locales. Las correcciones a dicho reglamento ya estaban consideradas, incluso desde antes de enviar la iniciativa original al Congreso.
Es falso que con su retorno, Tomás Ruiz haya negociado su candidatura al gobierno de dos años.
De hecho tampoco es cierto que cuente con el respaldo del exgobernador Miguel Alemán Velasco, quien no ha manifestado preferencia por ninguno de los aspirantes, y acaso a lo más que ha llegado es a advertir que sería contraproducente pretender que otro heredero de la Fidelidad llegue a la gubernatura, lo que en automático descalifica a Érick Lagos y Jorge Carvallo.
Es falso que se esté planeando enviar a la Secretaría de Gobierno a Enrique Ampudia.
De hecho la Constitución no lo permite, pues no es veracruzano, y aunque se pudiera buscar algún recurso legal, como en el caso de Arturo Bermúdez en Seguridad Pública, lo cierto es que hasta el momento en que divulgó su intención de lanzarse como candidato independiente, no se había contempla el relevo de Gerardo Buganza, pues este no le había externado el Gobernador su interés de separarse del cargo. Enrique Ampudia seguirá operando desde la Particular, cada vez con más responsabilidades y mayor influencia.
A partir de estas certezas, se pueden alcanzar muchas conclusiones y se pueden descartar muchos de los rumores que hoy invaden los medios de comunicación.