Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
El espectacular Héctor
Los llamados “anuncios espectaculares”, esos que vemos en todas las carreteras y en las principales avenidas de cada zona urbana, suelen ser utilizados como moneda corriente por parte de las autoridades estatales, para alcanzar acuerdos con personajes políticos a los que les interesa mejorar sus cifras de popularidad.
Ocurrió en el 2010.
Interesaba al entonces Gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, que el diputado federal panista Gerardo Buganza derrotara en el proceso interno de su partido, para la elección de candidato a la gubernatura, a Miguel Ángel Yunes Linares.
Por ello, con el pretexto de promover su informe de labores como legislador federal, el panista Gerardo Buganza fue beneficiado con la colocación de numerosos anuncios espectaculares en el territorio estatal.
Curiosamente la propaganda de quien ahora ocupa el cargo de secretario de Gobierno en la entidad, fue colocada en los mismos sitios donde suelen ubicarse los promocionales del gobierno estatal.
Un caso más.
A principios de la actual administración empezó a sonar fuerte la posibilidad de que la joven comunicadora Anilú Íngram compitiera por la diputación local en el puerto de Veracruz. De pronto en aquella zona aparecieron anuncios espectaculares que promovían el programa de televisión en el que participaba la hoy diputada con licencia.
Hoy se aplica una estrategia similar.
Han aparecido en distintos puntos de la entidad anuncios espectaculares en los que se puede leer: “En sus marcas” y aparece una corredora en posición para iniciar la carrera. En su pecho se aprecia la letra “H” y en el mismo anuncio se distingue una cifra: “2016”.
Pinta como esas promociones que pretenden llamar la atención provocando la duda entre los espectadores, para más adelante ir develando la verdadera intención del mensaje.
Los que están atentos a la carrera que han iniciado varios personajes de la política local por la gubernatura del 2016, entienden que estos anuncios fueron colocados para promover la imagen del senador Héctor Yunes Landa, quien ha declarado abiertamente que buscará ser el representante de su partido, el PRI, en esa contienda electoral.
No es asunto menor esta propaganda.
No debemos perder de vista que nuestra Carta Magna, en su Artículo 134 establece, entre otras cosas, que “la propaganda, bajo cualquier modalidad de comunicación social, que difundan como tales, los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y entidades de la administración pública y cualquier otro ente de los tres órdenes de gobierno, deberá tener carácter institucional y fines informativos, educativos o de orientación social. En ningún caso esta propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público”.
Y no sólo eso. La nueva Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, en su Artículo 242, quinto párrafo advierte:
“El informe anual de labores o gestión de los servidores públicos, así como los mensajes que para darlos a conocer se difundan en los medios de comunicación social, no serán considerados como propaganda, siempre que la difusión se limite a una vez al año en estaciones y canales con cobertura regional correspondiente al ámbito geográfico de responsabilidad del servidor público y no exceda de los siete días anteriores y cinco posteriores a la fecha en que se rinda el informe. En ningún caso la difusión de tales informes podrá tener fines electorales, ni realizarse dentro del periodo de campaña electoral”.
El senador tiene previsto presentar su informe de labores el 19 de junio, de tal manera que esta propaganda no está en los plazos que establece la norma.
La misma Ley electoral, en su Artículo 445 establece que constituye infracción de quienes aspiran a un cargo de elección popular, la realización de actos anticipados de precampaña o campaña, y la sanción puede ser amonestación pública, multa y hasta la pérdida del derecho del infractor a ser registrado como candidato.
El hecho de que el senador Héctor Yunes incurra en estos excesos (patrocinados por el gobierno estatal, aseguran), para promover su imagen, provoca dudas respecto a la veracidad de las encuestas que el mismo legislador promueve, en las que supuestamente está a la cabeza en la preferencia de los veracruzanos.
Más bien suena como un acto desesperado de promoción, cuando faltan al menos seis meses para que se defina dicha candidatura.
Allá él y sus estrategias.