Carlos Ramírez/Indicador político
¿Quién es el «guapo»?
Después de que el nuevo Código Electoral de Veracruz fuera aprobado ayer en el Congreso por 34 votos a favor, la mesa quedó puesta para arrancar el proceso electoral en noviembre, y por supuesto, para que aquellos que desean ser candidatos independientes, se pongan a trabajar, pues la situación ya no pinta tan sencilla como se pensaba.
El nuevo Código Electoral endureció los requisitos para los que quieran postularse sin el respaldo de un partido político. De entrada, el que se «aviente» para la gubernatura, deberá contar con el respaldo del 3 por ciento de los ciudadanos inscritos al padrón electoral del año anterior, eso quiere decir, sin tanta palabrería, poco más de 165 mil simpatizantes avalados con su firma, pero ahí no acaba todo, aparte, el «independiente» debe tener el apoyo del 2 por ciento de los veracruzanos empadronados de cada distrito o ayuntamiento de Veracruz.
Es aquí, con este primer candado o escollo, donde empieza a reducirse de manera real el número de aspirantes a las candidaturas independientes. ¿Cuáles de los más sonados podrían contar con más de 165 mil firmas de apoyo? , ¿cuántos podrían lograr mínimo el 2 por ciento de respaldo por distrito o ayuntamiento? Considero que Erick Lagos, Jorge Carvallo, Gerardo Buganza, Renato Tronco y Ricardo Ahued los tienen, habría que ver si los demás «tiradores» también los juntan, en esta lucha no puede descartarse a nadie.
Vamos con el segundo golpe: el presupuesto limitado. Todos, y repito, todos, sin importar cuántos «independientes» haya, recibirán justamente lo mismo que obtiene un partido político de reciente creación, y tendrán que dividírselo. De esta manera, los que se vayan «por la libre» para la gubernatura, tendrán acceso a un 33.3% de ese prerrogativa, los que busquen la diputación local a otro 33.3%, y el restante 33.3 %, para los que se lancen por una presidencia municipal.
De acuerdo a esto, todos los candidatos independientes, juntos, recibirán poco más de 27 millones de pesos, lo que le darían al Partido Alternativa Veracruz, por ejemplo, de reciente creación, y de esos 27 «melones», más o menos 8 millones se tienen que repartir entre los «independientes» que busquen la silla de Gobernador.
Pero ahí no acaba todo, si algún independiente tiene simpatizantes que quieran darle financiamiento, o incluso, si el propio candidato es empresario y quiere aportar a su propia causa, los recursos privados no deberán rebasar, en ningún caso, el 10 % del tope de gastos de campaña acordado por la instancia electoral.
Con este segundo «candadazo» para los candidatos independientes, cuántos cree usted que le entren. Visto de otra manera, el obstáculo económico no necesariamente puede ser un problema, pues más de una vez ha quedado demostrado que no se gana con dinero, sino con creatividad, con estrategia, de hecho, el pasado proceso electoral fue el más austero de la historia, poniendo a prueba la pericia mental para «agrandar» los recursos y trabajar más en propuestas ciudadanas.
Cierto es que si alguien va de candidato independiente es porque su popularidad, pericia e individualidad son tan fuertes, que deberían sustituir parte de lo que se logra con lo económico, de ahí que con estos candidatos, «la carita mate el dinero», justo a la inversa de lo que dicta el famoso dicho.
¿Quiénes de los que han mostrado intenciones de ser candidatos independientes pueden solventar estos dos nuevos requisitos? Si la lista se había reducido con aquello de las 165 mil firmas de apoyo, ahora con el tope económico, quizá más. Claro que esto no quiere decir que irse por la libre haya perdido fuerza o interés, nada de eso, lo hace más interesante. ¿Quién será el guapo que aviente?