Lanza Sheinbaum homenaje a Fernando Valenzuela
BOCA DEL RÍO, Ver., 22 de junio de 2015.- Pese a que las reformas estructurales han tocado los intereses cancerígenos que dominan al país, la corrupción ha sido el freno que evita que se detone el progreso de la nación, explicó la politóloga Denise Dresser en el Foro Económico Coparmex 2015 “Perspectivas Económicas”.
Consideró que las políticas públicas de cuestionable beneficio para la población reflejan la resistencia de los mexicanos a los abusos de autoridad que han generado el crecimiento económico de un pequeño grupo de políticos y empresarios, en comparación con el mínimo desarrollo que ha tenido la clase media y baja de este país.
Sostuvo que mientras la corrupción siga vigente y los gobiernos no se comprometan a combatirla y se tome como parte de nuestra cultura colectiva, seguirá presente el “rentismo” que ha generado que las riquezas y el progreso se queden entre las mismas personas y familias de siempre.
Denise Dresser expuso que el “rentismo” es una de las prácticas que ha empañado los intereses de desarrollo de la sociedad, ya que genera cuellos de botella e inhibe la producción y competitividad, concentrando las ganancias y el poder, lo que ha sido una práctica de los sindicatos, políticos y monopolios.
Señaló que “el capítulo que vivimos los mexicanos se llama cansados de pagar rentas, pues somos víctimas todos los días del abuso, la extorsión, de los privilegios de las empresas que tienen reglas del juego que los benefician y los enriquecen”.
La politóloga hizo un llamado a los gobiernos a que hagan caso a los intereses públicos, para que se puedan generar condiciones que permitan la promoción de la competencia y competitividad.