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XALAPA, Ver., 9 de junio de 2015.- ¡Qué menso!, ¡úchale, ya nos encerró!, ¡ya valió..!, fueron algunos de los reclamos al presidente de la casilla por parte de funcionarios, representantes de partidos políticos y observadores electorales, quienes se quedaron “secuestrados” por más de cuatro horas en el jardín de niños Konekalli, en la Unidad Buena Vista de Xalapa.
Cuando las boletas ya estaban contadas, las actas “por fin” hechas y los resultados listos para mostrarse a los ciudadanos, el presidente de la casilla contigua número 1 salió a colgar la manta con los resultados de la contienda en ese lugar, y a su regreso, y según reitera, cerró de manera involuntaria el candado de la reja de la entrada del jardín de niños, pero nadie en el interior tenía la llave.
Mientras los minutos pasaban, los vigilantes en esta fiesta democrática se congregaban frente al portón de la escuela, algunos con la intención de forzar el candado, otros con la esperanza de que “apareciera” la llave y pudieran salir. Nadie los había capacitado para enfrentar una situación similar.
Debido a que no había forma de resolver el asunto y el hambre comenzaba a arreciar, algunas valientes mujeres y hombres jóvenes comenzaron a ayudarse para saltar la barda del plantel. La escena comenzaba a salirse de control, hubo quienes intentaron impedir la salida de los funcionarios sobre el muro, pero la mayoría, alegando tener hambre y prisa, los hicieron a un lado y continuaron saltando el perímetro escolar.
La falta de una logística y de previsión de conflictos fue más que evidente en la jornada del domingo. Retrasos en la instalación de las casillas electorales, tras la llegada tardía de los secretarios y hasta de los encargados oficiales delInstituto Nacional Electoralfueron muestra del poco compromiso ciudadano y capacitación por parte del instituto para cumplir en tiempo y forma con este deber cívico.
Tachones, borrones y correcciones fueron recurrentes a la hora de llenar las actas de escrutinio, y es que el mismo INE reconoce que a nivel nacional hubo hasta un 31.9 por ciento, en promedio, de sustituciones de funcionarios de casilla, muchos que incluso fueron elegidos este domingo entre los ciudadanos que hacían fila para votar.
Tan sólo en el estado de Veracruz fueron mil 696 los funcionarios improvisados, quienes tuvieron que reemplazar a los suplentes ya capacitados.
Los retrasos en la instalación de la casilla electoral pusieron los pelos de punta a más de uno, quienes hartos de esperar, comenzaron a reclamar la lentitud de quienes tenían que montar las urnas, las mesas, e instalar lo necesario para dar inicio a la votación.
Molestos, algunos ciudadanos prefirieron de plano ya no votar, otros, con el tiempo encima reclamaban: “Oiga, pedí permiso a mi jefe de llegar un poco tarde a mi trabajo para venir a votar”, “No es justo que nos tengan esperando”. Fue hasta las 9:00 de la mañana cuando al fin la instalación de la casilla del jardín de niños Konekalli estuvo completa.
El caos al interior del kinder no se hizo esperar, pasaban las horas, más de cuatro desde que había terminado la jornada electoral. Fue hasta casi las 10:30 de la noche cuando por fin llegó directora de la escuela con la llave del candado, los pocos que habían permanecido en su interior –fuese por obligación o porque no pudieron saltar la barda– protestaban, incluso no faltó quien dijera que ese encierro se había tratado de un “complot”.
Al fin, el “secuestro” había terminado y los funcionarios que lograron permanecer entregaron sus actas, al fin “eran libres”.
El presidente de la casilla contigua número 1, aceptando su responsabilidad en los hechos e indignado por el bullying del que había sido objeto, abandonó por fin lugar con su paquete para poder entregarlo al Consejo Distrital del INE.