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CHIHUAHUA, Chih., 19 de mayo de 2015.- No hay más que investigar sobre el asesinato del menor de seis años, se trató de un juego en el que a los cinco adolescentes «se les pasó la mano», manifestó el fiscal general de Chihuahua, Jorge Enrique González Nicolás.
Indicó que los cinco menores coinciden en que se sobrepasaron, por lo que la investigación está agotada y se procederá legalmente. Asimismo dijo que pedirán que los ingresen al tutelar, aunque no en calidad de procesados, para evitar riesgos en los albergues del DIF.
Los adolescentes acusados de homicidio tenían denuncias por violencia, incluso vecinos de la colonia Laderas San Guillermo advirtieron a las autoridades sobre su peligrosidad.
Bajo el anonimato, vecinos aseguraron que el mayor de ellos, el líder del grupo, había agredido con un machete a un vecino una semana antes del homicidio del menor, razón por la cual fue interpuesta una denuncia en la Fiscalía, pero nunca se hizo nada al respecto.
Señalaron que los padres de otros menores prohibieron a sus hijos juntarse con este grupo de jóvenes. “El más grande de todos era agresivo. Cuando intentó lesionar al vecino no nos explicamos por qué, ya que no había ninguna razón para ello”.
Sobre la víctima indicaron: “El niño venía hasta acá y jugaba con los demás, pero era un buen niño, no era agresivo ni nada. Como madres de familia nos sentimos muy afectadas porque también tenemos hijos y claro que nadie quiere que le pase algo así”.
Los pobladores aseguraron que ya habían denunciado ante la Policía Municipal que los jóvenes se juntaban para desmantelar y quemas viviendas abandonadas. También denunciaron que mataban perros, gatos y gallinas, y que en varias ocasiones amenazaron a los vecinos con armas blancas.
El Fiscal de la Zona Centro, Sergio Almaraz, declaró a El Diario de Chihuahua que el menor de 15 años, principal incitador del crimen, ya tenía antecedentes de violencia, por lo que su madre había buscado ayuda psicológica.
Para Rita Isela Alvarado, tía del menor, Márquez Alvarado no fue víctima de un juego de secuestro, porque “le quitaron los ojos, le partieron el labio, le rebanaron el cachete y le dieron hasta 27 puñaladas en la espalda”.
De acuerdo con detalles dados por el fiscal, el asesinato fue cometido por cinco jóvenes: dos mujeres de 13 años, dos varones de 15 y un menor de 11; quienes supuestamente invitaron al niño a jugar y juntar leña en la ladera del arroyo, lugar en el que le indicaron que simularían un secuestro.
Los victimarios ataron a Christopher de pies y manos y comenzaron a golpearle en el rostro con un palo espinoso y piedras, luego le colocaron un palo en el cuello para sofocarlo.
Cuando creyeron muerto al pequeño cavaron un hoyo para enterrarlo boca abajo. Posteriormente, una de las jóvenes lo apuñaló por la espalda.
Luego de sepultar bien el cuerpo colocaron un animal muerto sobre la superficie para “no llamar la atención”.
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