Raymundo Jiménez/Al pie de la letra
* La verdad como bálsamo
¿Qué le puede decir un servidor público a una familia que atraviesa por el trauma provocado por la muerte violenta, criminal, de un ser querido?
No hay palabras que sirvan de consuelo. No hay expresiones que alivien ese dolor.
De nada sirve que les digan a los padres de la niña Columba Campillo que Veracruz ha reducido la incidencia de homicidios y secuestros. Eso no le devolverá la vida a la menor, ni aliviará el dolor que sienten.
Es, sin embargo, una obligación de quienes gobiernan, la de mantener informada a la sociedad sobre las acciones y logros de su administración. Sirve de mucho a la población conocer el sentir y el razonamiento de sus autoridades.
Este lunes, durante un evento hecho para celebrar a las madres, el Presidente Enrique Peña Nieto dijo que, al igual que los resultados de las reformas, en materia de seguridad el avance no se verá de la noche a la mañana.
El Presidente dijo estar consciente de que una de las demandas de más mamás es tener un país más tranquilo, por lo que aseguró que trabajará «en cuerpo y alma» por ese propósito.
“Esta es una tarea inacabada, que no se ha agotado, una tarea en la que no estamos satisfechos, pero hay algo de lo que sí estamos seguros, que estamos trabajando y estamos en la ruta correcta. No cejaremos un ápice en este esfuerzo y seguiremos entregándonos en cuerpo y alma, con mayor coordinación con todos los órdenes de Gobierno para lograr el México de paz y tranquilidad para las familias mexicanas”, dijo.
Acá, en Veracruz, el Gobernador Javier Duarte se reunió con los medios de comunicación y les dijo que garantizar la seguridad y el Estado de Derecho de todos los ciudadanos es la máxima prioridad de su gobierno.
En referencia al secuestro y muerte de la niña Columba Campillo, Javier Duarte dijo que se trata de “hechos ominosos que como sociedad repudiamos y como padre de familia me llenaron de indignación”.
Confirmó que los presuntos responsables han sido identificados y presentados ante un juez. “A ellos se les aplicará todo el rigor y el peso de la ley. Hoy reitero mi convicción personal, como Gobernador del Estado, de seguir trabajando para llevar a la justicia a quienes quebranten la ley”.
En su encuentro con madres de familia –en el que estuvo acompañado por su esposa, Angélica Rivera- el Presidente Peña Nieto insistió en que los números muestran que los delitos van a la baja.
En Veracruz, Javier Duarte hizo referencia a cifras del Sistema Nacional de Seguridad, en las que se señala que Veracruz se ubica entre las entidades con menor tasa de homicidios y secuestros, en el primer trimestre del presente año.
El mandatario veracruzano dijo que la sociedad sufre “las convulsiones de un cambio de valores” y expresó que acciones como el programa Veracruz Seguro garantizan “acciones que permitan prevenir y acotar los delitos; así como asegurar la aplicación irrestricta de la ley”.
En el Estado de México, Peña Nieto advirtió que su gobierno se propuso romper inercias, no administrarlas. “Encontrar nuevos mecanismos que nos permita lograr que nuestro país avance y tenga mayor desarrollo”.
A todo esto, el investigador Edgardo Buscaglia afirmó que en México persiste un pacto de impunidad entre políticos, líderes sindicales y empresarios con grupos del crimen organizado.
Dijo que la corrupción política mexicana es el corazón de la delincuencia organizada.
“Cuando ustedes están viendo la detención de capos, lo que están viendo es la detención de líderes de células. No han detenido a ninguno de los miembros de los directorios que incluyen a políticos, a sindicalistas y a empresarios de este país”, advirtió el especialista.
«El día que yo vea a más del 60 por ciento del Congreso mexicano procesado por vínculos a grupos criminales, como sucedió en Italia; el día que yo vea a los grandes empresarios mexicanos procesados, yo voy a ser el primero en venir aquí a aplaudir ese movimiento», expuso Buscaglia al participar en el foro «Derechos Humanos y Antimafia Social en América Latina», en el marco del Encuentro Internacional de la Red América Latina Alternativa Social (ALAS).
Es cierto que las cifras positivas y las palabras de rabia solidaria no sirven de consuelo, pero siempre será útil que se hable con la verdad, que la gente “de a pie” sepa lo que se está haciendo bien y lo que está fallando en nuestras instituciones.
Por ahí podríamos empezar.