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XALAPA, Ver., 4 de marzo de 2015.- Al subrayar que el PRI se ha sabido adaptar a ciertas circunstancias del quehacer político en México, el investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Veracruzana (UV), Arnaldo Platas, indicó que un partido con 86 años no es viejo, es un partido con una edad promedio, además, el que sea viejo no significa que sea a contracorriente de la opinión pública.
Explicó que si se compara al PRI con los partidos más viejos, por ejemplo de los Estados Unidos (EU), como el demócrata y republicano, se observa que son mucho más antiguos, o los europeos, sobre todo los de izquierda.
Además indicó que la alternancia no se traduce en ausencia de democracia, “creo que la hemos trabajo siempre con la idea de que es igual a democracia; la democracia es un proceso que va en una vía completamente distinta, puede darse en muchos factores”.
Sobre dichos factores destacó que la oposición quizá no se encuentra suficientemente organizada como para ofrecer otra posibilidad de gobierno, además de que existe cierta falta de legitimidad de la propia oposición frente a la oferta de gobierno.
“Creo que con 86 años no es el mismo PRI que se fundó en 1929, es un PRI completamente diferente, que le toca vivir diferentes rasgos de la cultura política mexicana y de la cultura democrática, es un partido que en sentido positivo se ha sabido adaptar a ciertas circunstancias del quehacer político en México, que también es parte de una cultura política que se ha generado a lo largo de la historia”.
Dijo que en Veracruz el PRI es completamente diferente a del nivel federal, “creo que a veces pensamos que sólo hay un PRI decaedro con las entidades federativas, y esto no lo demostraron en las elecciones de 2000 y 2006, que a pesar de que en la federación hubo una alternancia, en Veracruz no cambió porque la estructura de gobierno, del poder legislativo y el poder ejecutivo, asimiló la enseñanza y pudo corregir ciertos errores que la federación no había contemplado”.
Arnaldo Platas mencionó que si se observan las cifras del voto, incluso manejando porcentajes, “el priismo veracruzano está consolidado como para cambiar fácilmente de partido, bajo este rubro de cifras podemos ver esta gran movilidad del PRI en las entidades federativas, que es quizás la primera impresión que me da en estos 86 años de historia”.
El investigador subrayó que las fortalezas de este partido son su capacidad de organización y de penetración en la sociedad, pues “para bien o mal los ciudadanos, incluyendo a las nuevas generaciones, saben de la existencia del PRI, saben ubicarlo, en qué parte de la geografía política se encuentra, prácticamente en este centro muy especial de México, que es otra de sus fortalezas”.
Señaló que este partido se asume como uno que juega en paralelo con el gobierno tanto federal como con los locales, y tiene una capacidad de reorganización que si se compara con los otros dos que mueven la balanza, es mucho mayor, porque ellos están afectados en su propia ideología.
Dijo que otra fortaleza del tricolor es la insistencia en la formación de cuadros jóvenes, que es uno de los elementos que quizá fue parte de la reflexión después de la pérdida de las elecciones de 2000, “esas quizá serían en sentido muy general las fortalezas”.
“Quizá fue un partido que se creó con esa idea de adoctrinamiento en los años 40 ó 50, que era parte de la moda de los partidos políticos, pero en este momento es una actividad mucho más reflexiva en el propio PRI; si uno mide el discurso de los años 80 y el de la actualidad, es un discurso renovado y hay que entenderlo bajo esa óptica.
Comentó que las grandes debilidades del PRI serían, en primer lugar, que su capacidad de argumentación en materia política no ha cambiado, sobre todo en los últimos 30 años; otro problema que no es particular de él, pero que debe hacer mucho por eso, es el contenido ético de sus propios miembros frente a la desmembración ética de los demás partidos, “tiene que renovar su discurso ético, si no está perdiendo mucha legitimidad en ese aspecto”.
Otro de los aspectos, subrayó, es que pareciera que en este instante el PRI va por un lado y el estado va por otro, y no hay una congruencia entre el discurso y las acciones de modificación de la ciudadanía, en perspectiva pareciera que está dispuesto a perder las próximas elecciones en medida de reformar el estado.
Consideró que el escenario político que se vislumbra para este parido es muy fuerte, ya que hay una enorme falta de credibilidad en el partido, básicamente por el efecto gobierno, pero le está apostando a que las reformas recuperen ese discurso, “le ha apostado a romper viejas prácticas, el SNTE es un ejemplo, le está apostando a no sacar la cabeza de quien puede ser el próximo candidato del PRI, cosa que en la elección de 2012 ya se veía casi dos o tres años antes”.
Mencionó que esto es parte de la experiencia, otro elemento es que está apostando a medir las condiciones, aunque muchas de las reformas se le están complicando en la aplicación.
Arnaldo Platas destacó como otro de los grandes defectos de este partido, que todavía tiene una falta de vinculación con la nueva segmentación social, “el PRI se forma por ciertos sectores muy importantes en su momento, el militar, popular, campesino, y en la actualidad la sociedad está más fragmentada y sin embargo le sigue apostando a la vieja estructura de sociedad, que no existe en el presente”.
Para concluir, dijo que esto provoca que muchos sectores de la población no se sientan representados al interior del PRI, “y es uno de sus grandes defectos que ha ido pegando a sectores femeninos y juveniles; son elementos que no le permiten moverse; si rompe con esas anclas será un partido mucho más joven y vinculado con la sociedad”.