Carlos Ramírez/Indicador político
PAN-PRD, la posible alianza
Los intentos de panistas y perredistas por alcanzar una alianza electoral en Veracruz no son nuevos. Al menos en un par de ocasiones, las dirigencias nacionales de esos partidos políticos han explorado, sin éxito, dicha posibilidad.
Durante el proceso local de 2013 estuvieron cerca, pero las autoridades judiciales impidieron que se concretara el proyecto, ante la negativa de una fracción del Sol Azteca.
Enrique Cambranis Torres, entonces dirigente de Acción Nacional, y Juan Vergel Pacheco, su homólogo perredista, habían avanzado la negociación, con la anuencia de las cúpulas nacionales de esos partidos, para que prosperara en Veracruz la coalición que se llamaría “Gran alianza por ti”; sin embargo, en marzo de ese año, la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ratificó el fallo del Tribunal Estatal Electoral, que impedía ese ejercicio de suma de contrarios.
El argumento de los magistrados giraba entonces en el hecho de que la Comisión Política Nacional del PRD avaló la participación en las elecciones de manera conjunta con el PAN, pero no contaba con la aprobación del Consejo Político Estatal del partido, lo que violaba los estatutos perredistas.
Los miembros del Consejo Político Estatal del PRD se reunieron a principios de marzo: 80 votos contra la alianza y 43 a favor; y a pesar de que no faltó quien hablara de infiltrados en ese proceso, esa sesión del órgano partidista quedó asentada en actas y lanzó por la borda la posibilidad de una coalición.
Aunque ideológicamente poco pueden compartir panistas y perredistas, las alas más pragmáticas de esos partidos han visto en la alianza la opción más viable para propinar al PRI su primera derrota electoral en la entidad.
Hoy, el tema vuelve a la agenda de esos partidos luego de que el presidente del Consejo Estatal del PRD, Aníbal Payan Arenas, revelara que el Sol Azteca se encontraba en pláticas con Acción Nacional para se concretar la alianza de los dos grandes opositores al PRI de cara al proceso federal de 2015 y, sobre todo, a la elección de 2016, que renovará al poder ejecutivo de la entidad.
En el ámbito nacional, el caso de Veracruz no sería el primer ejercicio de ese tipo; antes, en 2010, ocurrió en Oaxaca, postulando a Gabino Cue Monteagudo, y en Puebla, a Rafael Moreno Valle; en ambos estados, la suma de panistas y perredistas derrotó al Revolucionario Institucional.
Una alianza de partidos no es una operación de aritmética básica, porque entran en juego consideraciones de todo tipo, desde el impacto mediático hasta la realidad de un hartazgo social que desfavorece al PRI; aun así, revisando los resultados electorales encontramos que en 2013, cuando se renovaron los ayuntamientos veracruzanos, la suma de PAN y PRD, con un millón 195 mil votos, apenas superaría el 37 por ciento y sería insuficiente para alcanzar los números del tricolor. Sin embargo, ello no ocurrió en la elección para gobernador de 2010, cuando la suma de la oposición superaría el 53 por ciento de la votación total.
De concretarse una alianza entre PAN y PRD de cara a 2016, ni el candidato mejor posicionado del PRI tendría altas posibilidades de una victoria en Veracruz. Sin embargo, con un partido del Sol Azteca comiendo de la mano del poder, el escenario se observa lejano. @luisromero85