Enrique Márquez vuelve a prender señales de alerta
Invasión china a Tuxpan
Hace como mil años, cuando nadie pensaba que Tuxpan crecería la barbaridad que ha crecido, un empresario defeño que se enamoró del puerto quiso construir un hotel en la orilla del río sobre un terreno que le heredaron unos familiares.
Tras cubrir los engorrosos trámites burocráticos se aprestó a contratar personal para la obra y… ups. Que le caen miembros del sindicato de la CTM y le dijeron bien clarito que o contrataba exclusivamente personal de esa central o le armarían un desmadrito y lo mismo le dijeron representantes de la CROC, la CROM y hasta de la CNOP.
El empresario quiso conciliar y propuso que para que todo mundo estuviera contento contrataría a trabajadores de las cuatro centrales, pero estos se amacharon y le contestaron que era todo o nada. Resultado, el tipo vendió el terreno y se fue con todo y chivas a poner su hotel en Cancun donde le fue de maravilla.
Esto lo comento porque los trabajadores cetemistas pusieron el grito en el cielo ya que quienes construyen la segunda etapa de la Terminal de Contenedores (cuya inversión asciende a 135 millones de dólares), están contratando mano de obra china en lugar de brazos tuxpeños.
¡Jesús, María y José!
Por lo pronto, ya desembarcaron 800 chinos que no llegaron preguntando si tendrán Seguro Social, Infonavit, aguinaldo, vacaciones o séptimo día. Simplemente se pusieron a chambear.
Y es que quien contrata un chino contrata a alguien bueno para la chamba y proporcionalmente más barato que cualquier obrero latinoamericano. Además ofrecen la ventaja de que nomás comen arroz con te de hojas, son callados, diligentes, responsables, duermen poco, trabajan un resto y no andan jodiendo con sindicatos, conquistas laborales y menos con paros o huelgas.
El dirigente cetemista en Tuxpan, Francisco Bautista Ponce, dijo que existe el temor entre la clase trabajadora de que no los tomen en cuenta para esa obra multimillonaria: “Hasta ahorita hemos sido desplazados por mano de obra japonesa y china. Seguramente vendrán contratistas extranjeros y traerán a su gente de confianza…” expresó el líder. Pues claro don Pancho ¿usted qué haría si fuera a levantar una barda en su casa? ¿Contrataría a gente de su confianza o a sujetos que le exigirán aumento de sueldo al tercer día, amenazarán con una huelga y para colmo no terminarán la pinche barda?
No es que los contratistas sean ojetes. Sucede que tienen el antecedente de los sindicatos como el que regentea el señor Bautista Ponce. Los responsables de la obra no se van a exponer a que los trabajadores cetemistas, croquistas, cenopistas y demás istas, les armen una huelga de brazos caídos a las dos semanas y echen por la borda un proyecto en el que se han invertido cientos de millones de dólares.
El episodio del hotelero defeño fue cierto y como ese hay decenas. ¿O no don Pancho?
No es desgarrándose las vestiduras como contratarán a los obreros de Tuxpan que por cierto son muy buenos, sino comprometiéndose con trabajo y con responsabilidad.
Los chinos seguirán llegando porque son trabajadores y muy responsables. Y aguas con ellos; si le están volando la chamba a los tuxpeños no vaya a ser la de malas que también les vuelen a las tuxpeñas.