Acercan Ciencia y Tecnología a estudiantes de sectores marginados
XALAPA, Ver., 10 de octubre de 2014.- Desde temprana hora, los xalapeños salen de sus hogares rumbo al trabajo. La ciudad comienza su movimiento diario y quienes acuden al primer cuadro de la ciudad se encuentran con un cuadro desalentador.
A pesar de las cifras oficiales que presumen la tasa de desempleo por debajo de la media nacional, y los índices de pobreza, que se anuncia, han disminuido, hay cada vez más mendicidad en la capital veracruzana, pues en una cuadra se pueden contar hasta a 15 pedigüeños.
La pasarela comienza en la esquina de la calle Clavijero y termina en el inicio de Xalapeños Ilustres. Hombres y mujeres discapacitados encabezan la lista de quienes, tirados en el suelo, piden a quienes pasan una moneda «que les sobre».
La estampa es tan común que pocos se detienen a entregarles dinero. «Es que el dinero no sobra», dijo una señora al pasar frente a un hombre tirado en el pavimento, imposibilitado para caminar por una discapacidad.
Algunos otros corren con mejor suerte y se ubican en los bajos de Palacio Municipal, afuera del Café La Parroquia y ahí comienza su jornada; quien camina por la zona escucha las quejas, lamentos y peticiones sufridas de los que han abrazado la mendicidad como forma de trabajo.
Los más aventajados cantan, tocan sones, la marimba o el saxofón o «venden» cuentos escritos por ellos para llamar a los apurados ciudadanos que apenas si los miran al pasar.
Hasta 15 e incluso 20 mendigos «apartan» los lugares que comparten con los indigentes. Por lo menos cinco se han adueñado de la entrada al Palacio Municipal, las escaleras del edificio «Nachita», la entrada a la Catedral Metropolitana y los bajos de Palacio de Gobierno.
Durante la mañana, vagan por las calles del Centro con periódicos que usan como cobijas y cartones que habilitan como camas. La Policía Estatal se apura a retirarlos de sus lugares para evitar dar mala imagen a la ciudad.
En más de una ocasión, los fotoperiodistas han capturado a los elementos policiacos despojando de lo poco que tienen a los indigentes, los despiertan y los «invitan» a retirarse a otro lugar. Que de otro sea el problema.
Cada semana hay más gente que se suma a las filas del desempleo y opta por la mendicidad pues incluso los artistas urbanos han acaparado las banquetas y cruceros y se observan magos, personajes de la Guerra de Star Wars y hasta a la Muerte.