La renuncia digna de un ministro. NO a la desaparición de poderes
Qué valiente y optimista resultó Dante Delgado
Acostumbrados a ser rémoras de Andrés Manuel López Obrador, sobre todo del 2006 para acá, el Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano están en riesgo de quedarse fuera del presupuesto pues no podrán aliarse al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en las elecciones del 2015.
En el Partido del Trabajo la situación es grave, no así la supervivencia de su líder Alberto Anaya que no vacilará en suplicarle al PRI, al PRD o incluso al PAN que acepten al PT como aliado. Si le contestan que ellos no recogen cascajo entonces brincará a donde pueda con tal de seguir mamando del presupuesto, pero lo hará sólo, sin importarle que el PT pierda su registro y se lo lleve la tristeza, porque así es Alberto Anaya.
¿Qué pasará con Movimiento Ciudadano?
Uno pensaría que este partido y su dueño Dante Delgado harán lo mismo, es decir, que buscarán con quién aliarse, pero no. En su pasada convención nacional, Dante dijo que Movimiento Ciudadano no necesita de vejigas para nadar y que irán solos en la contienda que se avecina. Emocionado, se aventó la puntada vaticinar que MC se alzará con el 10 por ciento de la votación total.
Qué valiente, pero sobre todo, qué optimista resultó el cordobés.
Que se sepa MC casi nunca ha alcanzado más sufragios que los necesarios para subsistir y sus «victorias» las ha conseguido en alianza. Con tanta fragilidad electoral ir a una contienda en solitario es casi como ponerse una pistola en la sien y comenzar a jalar del gatillo.
¿Qué le dio valor a Dante para tomar tamaña decisión?
Quienes lo conocen comentan que su optimismo se debe al factor Marcelo Ebrard. Como se sabe, el ex Jefe de Gobierno del Defe está prácticamente con los dos pies fuera del PRD donde nunca lo quisieron, no puede ir a Morena porque no lo aceptarían y ni pensar en regresar a su alma mater, el PRI, donde nadie lo recuerda con cariño. Marcelo es un cartucho quemado. Sus mejores días ya pasaron y a menos que ocurra un milagro muy pocos creen que resurja.
Ebrard realizó un excelente trabajo como jefe de gobierno y obtuvo una popularidad apabullante. Era el candidato idóneo para poner de cabeza al PRI y a Enrique Peña Nieto, pero le faltaron agallas para enfrentarse a Andrés Manuel López Obrador al que cedió el lugar como candidato del PRD a la primera magistratura del país y ahí perdió su oportunidad de oro.
Creyendo que su popularidad duraría toda la vida, a principios del 2013 anunció una gira nacional para buscar (ahora sí) la presidencia en 2018 pero la gira resultó un fracaso. Tronó a las pocas semanas. Después quiso ser candidato a la presidencia del PRD y lo batearon gacho. En la actualidad busca cobijarse en Movimiento Ciudadano y Dante Delgado que por lo visto ellos sí recogen cascajo.
En breve Marcelo será militante del partido naranja y casi a la par Ricardo Monreal y varios más dirán adiós para sumarse a las filas de Morena. ¿Qué tanto aportará el defeño a MC? Bien poco. ¿Qué tanto le restarán Monreal y compañía con su salida? Bastante.
Si Dante se empecina en competir en solitario, pero sobre todo, si apuesta todas sus fichas por Marcelo Ebrard, es casi seguro que MC truene como cacahuate. Pero si hace gala del sentido común y busca un buen aliado, su partido seguirá vigente.
Como puede verse, el futuro de Movimiento Ciudadano está en lo que haga o deje de hacer el cordobés y no en el ingreso de un sujeto como Marcelo Ebrard.