Gabriel García-Márquez/Sentido común
Dos idioteces, dos
Ignoro si fue por las prisas, porque me distraje, porque no revisé bien lo que escribí, porque todavía sigo festejando el triunfo del Tri sobre Croacia o porque soy pendejo de nacimiento, pero el chiste es que ayer cometí dos tarugadas en mi columna «Yo sí quiero gobernar a Veracruz por dos años». Y mis erratas fueron seguiditas.
Puse que Francisco León de la Barra había sido Presidente de la República durante 45 minutos, cuando quien pasó a la historia por ese hecho fue Pedro Lascuráin. A continuación escribí que Dante Delgado había gobernado Veracruz por dos años, cuando fue su antecesor, Fernando Gutiérrez Barrios, quien gobernó ese periodo. Dante fue gobernador por cuatro años.
Y que se dejan venir las pendejeadas.
Cuando estaban a todo lo que daban en mi correo y en mi face, uno de mis amigos (que será mi jefe de campaña si me lanzo como candidato a la gubernatura) me aconsejó: «Por ningún motivo te vayas echar la culpa. Jamás reconozcas un error. Di que las mofas que has recibido lo único que buscan es desviar la atención del asunto medular que es gobernar a Veracruz por dos años. Échale la culpa a tus enemigos políticos y di que fueron ellos los que hackearon tu columna porque los ha puesto nerviosos la sinceridad de tus propuestas. Y si de plano ninguna de estas dos excusas te convence, échale la culpa a los duendes de la redacción y di que fueron ellos quienes metieron las patas, aunque no tengan ni patas ni pies. Pero por ningún motivo vayas a aceptar que tu cometiste el yerro porque eso sí sería una soberana pendejada, además de que no es políticamente correcto».
Para darle más fuerza a sus palabras me enumeró las estupideces que han dicho los presidentes de Venustiano Carranza a Enrique Peña y los gobernadores de Veracruz, de Teodoro Dehesa para acá. «Todos sin excepción han dicho burradas, tonterías y pendejadas pero su gran virtud, como buenos políticos, ha sido echarle la culpa a otros. De los presidentes, Luis Echeverría fue un maestro en ese renglón. Y de los gobernadores, nadie le quita el primer lugar al negrito de Nopaltepec».
La bronca es que yo no soy político y tampoco se me hace justo echarle la culpa a los demás de una tarugada que yo cometí. Ayer se me barrieron las velocidades y lo acepto. No pretendo justificar mi error, simplemente la regué y te ofrezco una disculpa, lector. Como te agradezco que leas mis mafufadas y te tomes la molestia de escribirme para hacerme comentarios o sugerencias.
Una vez dicho lo anterior y siguiendo con mi deseo gobernar Veracruz por setecientos treinta días, quiero agradecer a la runfla de familiares y amigos que me han patentizado su apoyo y se han puesto a mis órdenes. No, aún no formo mi gabinete. Apenas estoy formando lo que será mi equipo de campaña en el que incluiré a personas de acrisolada honradez y probada honestidad como al líder del sindicato petrolero, nomás por poner un ejemplo.
Por falta de espacio no le sigo con los otros nombramientos pero te recuerdo que si el voto popular me lleva a la gubernatura, trabajaré como lo hace el policía viejo: durmiendo y haciéndome pendejo.