Raúl López Gómez/Cosmovisión
* ‘DE REVERSA, MAMI’
Aunque ya hasta se organizaron debates para discutir si conviene o no a los veracruzanos que en 2018 se homologuen las elecciones de Gobernador y la de Presidente de la República –lo que implicaría elegir en 2016 un mandatario estatal de transición de sólo dos años–, lo cierto es que este asunto que les hizo subir la bilirrubina a los obsesionados y desesperados aspirantes del PRI y PAN a la gubernatura no ha sido del todo resuelto ni procesado aún por quien toma las decisiones en la entidad.
Y es que no obstante que la Coordinación General de Comunicación Social del gobierno del estado difundió oportunamente la semana anterior un comunicado oficial para fijar la posición del régimen priista “en respuesta a declaraciones que buscan confundir a la opinión pública con respecto a iniciativas en materia electoral, presentadas por diversas fuerzas políticas en el Congreso local”,anteayer, abordado por reporteros en el puerto de Veracruz, el gobernador Javier Duarte tuvo que reiterar otra vez que en la propuesta de armonización de la ley local a la federal en materia electoral que envió en días pasados a la LXIII Legislatura del estado jamás planteó una gubernatura de dos, cuatro o seis años, como se ha venido discutiendo.
Inclusive, Duarte de Ochoa aprovechó para negar los supuestos acuerdos que sus detractores le atribuyen con grupos legislativos de la oposición para este presunto propósito. “La única alianza que tiene el gobierno del estado es con la sociedad”, dijo respecto a la armonización de la ley en materia electoral.
El mismo desmentido hizo ayer Agustín Basilio de la Vega, ex dirigente estatal del PAN y actual representante del partido blanquiazul ante el Instituto Electoral Veracruzano, quien declaró a los medios de comunicación que es totalmente falso que este proyecto de reforma electoral planteado por los legisladores panistas, en el que se propone una gubernatura de dos años para empatar la elección del Jefe del Ejecutivo del estado con la de Presidente de la República en 2018, haya sido pactada con el gobernador Javier Duarte. “(Es) absolutamente falso, lo prueban nuestros principios, nuestro programa, nuestra plataforma… es una de las mayores perversidades y falsedades que he escuchado”, dijo el también ex diputado de Acción Nacional y ex delegado federal de la SCT.
Y es que contra lo que se ha especulado y que inclusive algunos miembros del gabinete duartista han filtrado en los medios de comunicación por un marcado afán personal y de grupo, acerca de que hasta el Congreso local podría designar directamente al gobernador de dos años, todo parece indicar que el mandatario estatal –si es que en algún momento llegó a ponderar las propuestas ventiladas por diputados y dirigentes locales del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano– no estaría muy convencido aún de la viabilidad de una gubernatura de transición tan corta, ya que en 2016 de cualquier manera habría que organizar el proceso electoral para votar a los miembros de la LXIV Legislatura local, en los cuales recaería la presunta atribución de nombrar al gobernador interino, lo cual echa por la borda el principal argumento atribuido oficialmente a los legisladores y dirigentes de la oposición cuyo “interés es hacer concurrentes los procesos electorales locales con los federales, con el ánimo de reducir los costos de la democracia mexicana”, según la publicitada versión del gobierno estatal.
Si esta suposición finalmente se confirma, el más feliz y satisfecho será el aspirante del PAN, Miguel Ángel Yunes Linares, el más activo opositor a la intentona de reformar la Constitución Política del estado para elegir provisionalmente en 2016 a un gobernador de dos años, y a quien el diputado local de Acción Nacional, Julen Rementería, señalado por el ex priista como uno de los supuestos aliados del duartismo, le obsequió la oportunidad de acaparar los reflectores mediáticos para debatir una propuesta que estaría por ser declarada muerta.
Ayer, los diputados de la bancada priista y sus aliados de AVE, PANAL y PVEM todavía contribuyeron a la egolatría del ex candidato blanquiazul al proponer al Pleno un punto de acuerdo para que el debate entre Yunes Linares y Julen no se realizara en la sede legislativa como lo había convenido el diputado panista porteño con su retador. Obviamente, a la hora de votar, la aplanadora tricolor se impuso.
Ello fue aprovechado nuevamente por el ex director del ISSSTE, quien de manera mordaz lanzó por Twitter la siguiente puya al coordinador del grupo legislativo del PAN: “@yunes2010: @julenrementeria si @javier-duarte no da permiso de hacer el debate en el Congreso cualquier espacio es bueno para debatir sobre Veracruz”.
Todavía no suben al ring y Yunes Linares ya le asestó al cándido ex alcalde panista porteño el primer gancho al hígado. Habrá que imaginarse la felpa que le espera el viernes próximo. Lo bueno es que la pelea, ¡perdón, el debate!, será en la arena del partido blanquiazul, con casi puro espectador de casa. ¿O a poco van a permitir que ingrese César del Ángel y sus encuerados de los 400 Pueblos para echarle porras a “Kid” Yunes?