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XALAPA, Ver., 24 de junio de 2014.- El coordinador estatal de Salud Mental en la Secretaría de Salud, el doctor Rubén Torres Martínez, negó que Veracruz ocupe los primeros lugares en el país en cuanto a suicidios, pues -dijo- “el estado se encuentra por debajo de la media nacional”.
Reconoció que se generó alarma debido a que en San Juan Evangelista ya van cuatro muertes por suicidio en poco menos de un mes, por lo que, dijo, un grupo de psicólogos y psiquiatras viajaron hacia el municipio sureño para dialogar con personal médico, familiares, maestros y todos quienes vivieron de cerca los hechos.
Por su parte, el alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez lamentó los suicidios en que incurrieron una niña de 11 años, en la congregación “El Castillo, y una mujer de escasos 32, en la colonia “Casablanca”.
El munícipe aseguró que Xalapa es un municipio que está entre los que tienen una menor tasa de suicidios y por ello cree que es necesario reforzar valores para que los jóvenes y las personas que tengan tendencias a quitarse la vida finalmente no lo hagan.
De igual forma en Acajete, municipio cercano a Xalapa ocurrió otro suicidio. Un joven campesino se quitó la vida ahorcándose. Quienes lo conocieron aseguran que estuvo con depresión varios días. Un mes antes, un niño de 12 años también decidió colgarse en su hogar, ubicado en una comunidad de este mismo municipio.
Uno de los suicidios que más llamaron la atención en Veracruz, fue el de la jovencita Gabriela N, en Yecuatla, quien, a causa de una decepción amorosa, publicó en su página de facebook que se quitaría la vida, y lo hizo. Se colocó una soga alrededor del cuello y se ahorcó.
El psicólogo Felipe Ramírez Mena dijo que las causas de un suicidio pueden ser muchas y lamentablemente no pueden ser confirmadas. “La verdad es que no se pueden confirmar, son tantas cosas por las que pasan las personas. Angustia, decepción amorosa, bajo rendimiento escolar, bullying, escasez de recursos, falta de trabajo, problemas familiares, son muchas cosas; lo que sí puedo decir es que eso se evitaría de dos formas: que el suicida hable de sus problemas con alguien y que las personas que le aman le pregunten si le ocurre algo”, por lo que sugirió una mayor comunicación en las familias.