Ruperto Vázquez Ovando/Opinión en línea
Crueldad y maltrato animal
En 2013, los estados de Jalisco, San Luis Potosí, Yucatán, Quintana Roo, Chihuahua, Guerrero, Nayarit, Colima, Puebla y Distrito Federal legislaron en materia de protección a los derechos de los animales y tipificaron como delito el maltrato y la crueldad contra los animales.
Durante este 2014, Michoacán, y más recientemente el estado de Veracruz, también aprobaron leyes en esa materia, a fin de impedir que los animales sean objeto de indefensión y crueldad.
Se trata de un tema que no es menor porque define el grado de evolución de una sociedad. En nuestro país, cada día, casi dos mil 800 animales son maltratados, abandonados, sacrificados y en muchos casos también mutilados, de acuerdo con las estadísticas que manejan las organizaciones no gubernamentales pro defensa de los animales.
Lamentablemente, en casi veinte entidades del país, estas prácticas son permitidas, toleradas e incluso consideradas como parte de los usos y costumbres de los pueblos.
En el caso de Veracruz, el pasado jueves 19 de junio fue aprobada por la Legislatura local la iniciativa turnadas por el ejecutivo estatal para modificar la Ley de Protección a los Animales y prohibir el maltrato.
De igual manera, las modificaciones que aprobó la semana anterior el Congreso del Estado prohíben los circos con animales en todos los municipios de la entidad. De hecho, la crueldad y el maltrato contra los animales se perseguirán de oficio; es decir, sin necesidad de una denuncia.
Las penas van de seis meses a dos años de cárcel y, en el caso de que las lesiones pongan en peligro la vida de los animales, los castigos serán duplicados. A quien provoque la muerte de un animal de forma cruel se le impondrá una pena de hasta cinco años de prisión. Entre las agravantes están la exposición pública de la crueldad por cualquier medio y la presencia de menores durante el maltrato.
En definitiva, ya no habrá presentaciones de circos con animales en Veracruz y esa es una buena noticia; sin embargo, en la ley aprobada el 17 de junio se excluye de la aplicación de penas a las corridas de toros, peleas de gallos, faenas camperas, carreras de animales, la charrería, los encierros de toros, jaripeos y pamplonadas, entre otras actividades que se relacionan con los animales.
De esa forma, da la impresión de que, aunque hay un avance importante en Veracruz, los efectos de dicha ley serán más bien limitados. Es cierto que se plantean castigos para quienes incurren en crueldad animal; sin embargo, no se tipifica a muchos comportamientos que provocan dolor a los animales, ni se incluye el tema del abandono y la omisión de cuidados.
El maltrato contra los animales no sólo se da en circos y cosos taurinos; también se registra en las peleas de gallos y perros, que son sanguinarias y crueles; en los vehículos de tracción a sangre; en los zoológicos que no brindan la atención y la alimentación de la fauna exhibida; en la peletería; y también en la matanza cruel que se presenta en la mayoría de los rastros y centros de matanza. No incluir a todas esas expresiones es legislar a medias; aun así, éste fue el primer paso, y eso es lo importante, para combatir la barbarie y la crueldad contra los animales. @luisromero85