Pablo Jair Ortega/Columna sin nombre
Confusión: Crecimiento & Recaudación
El fin de semana, como de costumbre, compré mi jugo de toronja. Iba a pagarlo cuando mi vendedora me dijo con mirada tímida: “son veinte pesos”.
¿Veinte pesos? Le dije, esperando tuviera una confusión con el precio de venta de mi litro.
Sí, subió cinco pesos, respondió.
Mi siguiente pregunta obligada fue “¿por qué?”. Esperaba que me hablara de impuestos o esas cosas, pero creo que mi proveedora es “informal”, así que no toca esos temas de hacienda, aunque aclaro, no creo que no pague impuestos, pues al menos debe cubrir “su cuota” al Ayuntamiento. Me contestó con una lógica de venta: “es que subió la toronja, además viene muy seca y si antes hacía un litro con cuatro, ahora tengo que emplear seis y hasta siete piezas, pero es probable que después baje -me dijo- cuando sea temporada”. Ni modo, a pagar cinco pesos más.
Apenas llegaba a casa a contar mi anécdota cuando mi marido me respondía con otra.
Un amigo del trabajo le decía que hace unos días fue a comprar al supermercado Guten y tortillas de harina para comer. Él pagaba generalmente treinta pesos por ambos productos; sin embargo, al pagar en caja notó un aumento de dos pesos con cincuenta centavos ¿Qué pasó? Dijera “el Lonje Moco”: “Nadie sabe; nadie supo” y simplemente incrementaron el precio.
Créame, esas situaciones y lo dicho por Videgaray me dejaron una terrible confusión. Y es que el pasado sábado leía una nota publicada por el periódico Reforma en el que enfatizaba lo siguiente: “Crece trece por ciento la recaudación: En enero-abril, por las reformas hubo noventa y ocho mil novecientos veinte cuatro millones de pesos adicionales respecto al mismo periodo de 2013”.
La nota fue un boom, pues a las ocho de la mañana tenía más de cien comentarios, lástima que unas horas más tarde, al volverla a checar, ya habían desaparecido todos, y pasó de ser la más leída…¡a la más difícil de encontrar!
Pero ¿Por qué me genera confusión que exista más recaudación en el país?
Bueno, he llegado a la conclusión de que los informes de Videgaray (el de ajuste al crecimiento y el aumento a la recaudación) no coinciden entre sí, es decir, en alguno de los dos miente.
Pero no voy a confundirlo más a usted y mejor le platico.
La semana pasada, Videgaray explicaba los motivos por los cuales habían ajustado el crecimiento, es decir: por la dependencia con la economía de Estados Unidos, los nuevos impuestos, especialmente el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) para ser precisa, el conocido como impuesto chatarra a productos con alto contenido calórico y por la baja producción de Pemex.
Días después, Videgaray presume que la recaudación creció, y ensalza a la Reforma Fiscal, ya que está generando efectos positivos en las finanzas del Gobierno.
Luego entonces, la pregunta: ¿Si crece la recaudación, porque no creció nuestra economía?
No tiene lógica, ya que lo correcto sería que creciera la recaudación y al mismo tiempo nuestra economía, eso sería lo saludable.
Es más, mencionó que el ajuste es porque subieron los impuestos a los productos, motivo que no generó el consumo interno, y por ende el crecimiento.
A poco no es para confundirse, ya hasta tengo dolor de cabeza, y mire que casi no me dan.
Pero la cosa no para allí, lo que me preocupa es ¿de dónde salió el dinero recaudado?
¿Será que los grandes empresarios de las televisoras, telefónicas, cementera y demás millonetas del país cubrieron sus adeudos al Fisco?
No, la respuesta no va por allí. Y para que quede más claro el asunto, echemos un ojo a las cifras del Informe Mensual de Finanzas Públicas y Deuda de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) que resumiré como sigue: Al terminar el pasado mes de abril los ingresos tributarios no petroleros (allí van inmersos el Impuesto Sobre la Renta [ISR], el Impuesto al Valor Agregado [IVA] y el Impuesto Especial Sobre Productos y Servicios [IEPS] sumaron 662 mil 978 millones de pesos.
Poco después, el informe dice que los ingresos petroleros cayeron un 4 por ciento, luego entonces, el aumento de recaudación no fue por petróleo.
El ISR creció un 17.1 por ciento anual, aunque los impuestos que más crecieron fueron el IEPS y el IVA con un 30.2 por ciento respectivamente.
Luego entonces, estas cifras me permiten deducir que el aumento a la recaudación no fue por los que tienen más dinero, sino por la población en general.
¡Eso, eso es lo preocupante! Si los salarios no suben, de dónde sale el aumento a la recaudación.
Porque, seamos sinceros, el padrón de contribuyentes no ha aumentado.
¡Acertó Usted! De nuestro bolsillo, estamos pagando impuestos y estamos dejando de comer bien. ¡Nuestra canasta básica se está convirtiendo en impuestos!
Ahora, realmente la recaudación no se ha incrementado, sino la población se está empobreciendo, baste comprobarlo al comprar un jugo, guten o tortillas.
Email: [email protected]