Andi Uriel Hernández Sánchez/Contrastes
Autodefensas y marginación
Cerca de Nogales, Acultzingo y Camerino Z. Mendoza, en la sierra de Zongolica, se encuentra Soledad Atzompa, municipio donde la mayoría de la población es indígena, pobre y marginada.
Soledad Atzompa tiene poco más de 20 mil habitantes de acuerdo con el censo poblacional de 2010, realizado por el Inegi. Este lugar tiene 35 localidades en las que se asientan 4 mil 300 casas; de ese número, en casi 2 mil hay piso de tierra y aunque existe disponibilidad de agua entubada, no hay drenaje sanitario pues este sólo cubre al 7 por ciento de los habitantes.
Los datos nos hablan de un lugar sumamente atrasado: menos del 1 por ciento de la población tiene acceso a una computadora y el porcentaje de los usuarios de telefonía no llega al 15 por ciento.
Todavía más: 93 por ciento de la población vive en pobreza y casi el 65 por ciento lo hace en pobreza extrema. Imagine usted, sólo 14 personas en todo el municipio son consideradas no pobres y no vulnerables. Este lugar es considerado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Coneval, como de muy alto grado en rezago social. Es el sexto municipio más marginado de Veracruz y en el contexto nacional ocupa el lugar 105.
Este municipio acaparó reflectores cuando en 2007, una anciana fue víctima de un brutal ataque, presuntamente por parte de soldados, aunque los resultados periciales dijeron, oficialmente, que se trató de muerte natural. Fue un caso que causó consternación e indignación en esas comunidades.
Ese lugar fue olvidado por los medios informativos hasta que hace poco más de una semana, el alcalde Bonifacio Aguilar Landa señaló que debido a los altos niveles de inseguridad, a los secuestros, a las extorsiones y a los frecuentes robos, la población se había organizado para crear grupos de autodefensa.
Por supuesto, no es un tema menor, sobre todo después de analizar lo que ocurre en entidades como Michoacán y Guerrero, donde la población se armó para enfrentar a las bandas delincuenciales que han asolado a la población.
Llama la atención la declaración del alcalde del lugar, porque Soledad Atzompa no tiene ni la realidad michoacana, ni los elevados niveles de inseguridad que se registran en Guerrero o Morelos. De cualquier manera, tanto el gobierno del estado, a través de la Secretaría de Seguridad Pública, como las Secretarías de Marina y Defensa Nacional del gobierno federal, enviaron a varios grupos de apoyo para conocer de cerca lo que pasa en ese municipio y también para desactivar los posibles focos rojos.
No se reporta la presencia de autodefensas, aunque allá, como en muchos otros lugares de la entidad, existe la figura de policías comunitarias, de tal manera que la voz de alerta del alcalde perredista, Bonifacio Aguilar, fue desestimada por quienes investigaron la denuncia de la autoridad municipal.
Lo que no se puede desestimar es el enorme rezago social y la insultante marginación en que viven las familias de Soledad Atzompa. @luisromero85, http://luisromero85.blogspot.