Turismo y seguridad deben de trabajar de la mano: Fernando Torres
CIUDAD DE MÉXICO., 6 de mayo.- La ampliación del puerto de Veracruz, que autorizó la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) en diciembre pasado, atenta contra el Sistema Arrecifal Veracruzano (SAV), alertaron ayer organizaciones no gubernamentales y expertos, quienes demandaron al gobierno federal poner frenar el proyecto y proteger la zona para evitar la desaparición de miles de especies de ese ecosistema marítimo.
Ante la Modificación del Área Protegida del Sistema Arrecifario Veracruzano (SAV), las ONGS hicieron un llamado a las autoridades para evitar la muerte de miles de peces, corales y demás flora y fauna que habitan en las zonas que resultarían más afectadas por la construcción de la Bahía Vergara y Punta Gorda. El daño, advirtieron, alcanzará la Reserva de la Biósfera de los Tuxtlas.
El biólogo José Luis Tello Musi explicó que el peligro que corren los arrecifes de Veracruz radica en que existe una conectividad entre el SAV y los arrecifes de Tuxpan, por lo que “si se daña uno, el otro se ve afectado y el daño sería global”. Detalló que se trata de un conjunto de factores que dañan los arrecifes; por ejemplo los cambios que realizan en la parte alta, como son la tala de selva o el uso de agroquímicos en los ríos, desembocan al mar o directamente a los arrecifes causando un daño encadenado. “La suma de todas las partes es lo que mata los ecosistemas.
La ampliación del puerto afecta directamente a Punta Gorda, mientras que en un futuro afectará al arrecife de Gallega, Galleguilla”. De acuerdo con defensores del medio ambiente, lo que se requiere, es la implementación de medidas que procuren la conservación de los arrecifes y no su destrucción.
De acuerdo con las organizaciones no gubernamentales, la justificación que dieron las autoridades es que el arrecife de Punta Gorda ya estaba dañado, muerto, por lo que llevarían a cabo la construcción, cuestión que para Xavier Martínez, licenciado en Derecho por la Universidad Iberoamericana y abogado de Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) significa el propio descuido por parte de las instancias gubernamentales al no preservar la zona.
“La situación del riesgo del arrecife permanece y no ha sido abordado, lo cual significa que “el Estado mexicano ha incurrido en una omisión en su obligación de proteger la zona.
Por su parte, Sandra Moguel, abogada mexicana que trabaja para la Asociación interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA) dijo que el gobierno mexicano no implementa medidas para mitigar el pacto ambiental y proteger el ecosistema marítimo.
“El gobierno federal está suavizando estas medidas de protección, no sólo en la legislación nacional, sino también en su cumplimiento con las obligaciones internacionales como en la convención Ramsar (donde está inscrito el Sistema Arrecifal Veracruzano), que establece procedimientos específicos cuando se va elaborar un proyecto que pudiera afectar el sitio del mismo nombre”, agregó.
La especialista en leyes explicó que “hay una tendencia de modificar las áreas naturales protegidas. No existe una prueba consistente de que las condiciones han cambiado y que el gobierno hizo todo lo posible para haber protegido el sitio”.
Con información de Sin Embargo