Lista pavimentación de Mar Mediterráneo en Costa Verde de Boca del Río
«La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras». Jean Jacques Rousseau
XALAPA, Ver., 30 de abril de 2014.- La Convención sobre los Derechos del Niño, en vigor desde el 2 de septiembre de 1990, señala que «se entiende por niño todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad». Por lo que en Veracruz, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI 2013), viven 2.1 millones de niños entre 0 y 14 años; de los cuales, 1 millón son niñas y 1.1 millones, varones.
Las instituciones gubernamentales y las organizaciones civiles, se han dedicado durante las últimas tres décadas, a establecer políticas públicas que orienten y faciliten el desarrollo de la niñez veracruzana, por lo menos ese es el discurso, pues desde organismos como el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), se ponen en marcha programas asistenciales y de prevención de enfermedades, deserción escolar, maltrato o abandono de menores, sin embargo parece que la realidad de los niños veracruzanos es muy distinta a como la pintan las cifras y discursos oficiales, pues distintas organizaciones no gubernamentales han señalado que la entidad continúa presentando un severo atraso en garantías de respeto a los derechos de la infancia.
Niñas que tienen niños
Las problemáticas que enfrenta la niñez en la entidad son diversas y de orígenes complejos, pues van desde el maltrato familiar o el abandono, la falta de oportunidades de educación, la necesidad de trabajar y las agresiones sexuales o embarazos no planificados; tan solo en materia reproductiva, de acuerdo con la presidenta de la Asociación Civil Equifonía, Aracely González Saavedra, la entidad tiene un compromiso pendiente con la niñez, pues la legislación y las políticas públicas no han garantizado el desarrollo pleno de los menores, situación que agrava las cifras de niñas en situación de embarazo que se enfrentan a graves riesgos de salud y a distintas problemáticas sociales y económicas.
“Veracruz como estado y como sociedad, tiene una deuda pendiente con las niñas y los niños, que no brindan solución a estas problemáticas de la violencia, de la falta de seguridad en el ámbito público y en el ámbito privado y que la edad entre los 11 y los 14 años sigue habiendo una mayor vulnerabilidad en los temas de salud, pero también de seguridad. La explotación de los niños y niñas es una problemática que persiste, así también cómo la desaparición de las niñas a partir de los 14 años se incremente y cómo el gobierno sigue sin dar una respuesta que garantice la seguridad”
En ese sentido, González Saavedra lamentó que a pesar de que en el discurso, cada año se destinan recursos millonarios a la prevención de embarazos no planificados en menores, las cifras continúan en aumento, pues de acuerdo con los datos más recientes del Consejo Nacional de Población (Conapo), en 2008, el 16 por ciento de los embarazos registrados a nivel estatal, se registró en menores de 19 años, lo que puso en riesgo las condiciones de salud de aquellas madres menores de edad; además, reveló que la niña de menor edad que han recibido, tenía 16 años, de la cual no se sabe si culminó el embarazo o lo interrumpió, y de ser así, bajo qué condiciones lo hizo.
La problemática se agrava cuando la legislación actual en el estado, no permite realizar una interrupción del embarazo de manera legal y asistida por médicos especialistas en la materia, situación que sumada a las pocas posibilidades de educación sexual, pone en severa vulnerabilidad a las niñas que, por distintas razones, se embarazan durante esta etapa de su desarrollo; en ese sentido, exige a las autoridades que se les permita a las niñas, y a las mujeres en general, tomar una decisión sobre su vida reproductiva que pueda contar con las garantías de integridad bajo condiciones de salud adecuadas.
“Esos recursos son por supuesto una educación sexual científica, laica e integral, con perspectiva de género, es el acceso a métodos anticonceptivos, servicios médicos para la atención y la salud reproductiva, el poder atender los casos de violencia sexual y que las víctimas realmente tengan acceso a la justicia, y que en las condiciones que sean, si se enfrentan a un embarazo no adecuado, el poder interrumpirlo en condiciones seguras”.
En 2013, Equifonía en coordinación con estudiantes de secundaria y bachillerato y la Secretaría de Salud de Veracruz, realizaron un monitoreo de los servicios de salud reproductiva existentes en el municipio de Coscomatepec, estudio que arrojó, que tan solo el acceso a preservativos femeninos, es nulo; asimismo, en las unidades de salud, se encontró resistencia a entregar algún dispositivo de anticoncepción a las menores. Sin embargo, refiere que la Secretaría de Salud, mostró su interés y apertura por el monitoreo realizado, y tomó los resultados como el diagnóstico que podría guiar el rumbo de las acciones a implementar en la materia.
Además, la entrevistada indicó que dentro de un embarazo en la niñez, existen circunstancias que inciden o integran el complejo panorama de quien lo enfrenta, “hay diversos factores, uno de esos es la falta de información, pero no sólo eso, también tiene que ver con la accesibilidad, también tiene que ver con qué tanto pueden negociar una medida de prevención con la persona con quien están teniendo relaciones sexuales, también tiene que ver con qué tanto, su pareja está asumiendo la responsabilidad de enfrentar un embarazo no deseado”.
De acuerdo con datos de INEGI, en 2011, los embarazos en menores que terminaron en aborto espontáneo es de 10.0% entre las jóvenes de 15 a 19 años.