Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
Buen día, apreciado lector:
De nuevo soplan vientos de cambio; la suerte está echada.
Por fin Felipe Amadeo Flores Espinosa logra sacudirse una responsabilidad que aceptó por disciplina política, en la que, como en todo lo que ha hecho en su vida, produjo resultados positivos para el equipo al que ha servido y para los veracruzanos.
El relevo está con el bat al hombro.
En la tarea que deja, su función fue la de procurar justicia, no la de prevenir el delito, eso le toca a otra instancia que todo mundo sabe a quién le corresponde.
Habrá que esperar a que se concreten, sin embargo de los cambios que se anuncian algo falta para que se presuma un ajuste esperanzador. De no completarse, será para el bien o mal de quien lo decida.
En fin.
Por otro lado, caray, lo que hacen los políticos para llamar la atención.
Y lo que más sorprende, es que lo consiguen.
El comentario difundido el lunes en varios medios de comunicación acerca de un reconocido político que en ocasiones suele bañarse “a jicarazos”, me recordó cuando el gobernador “Miguelito” Alemán Velasco se fue a zambullir en aguas cercanas a Laguna Verde para demostrar que no está contaminada.
También aquella vez en que siendo titulares de Turismo y Salud estatal, Leticia Perlasca y Pablo Anaya Rivera se desprendieron de sus atuendos de oficina y se colocaron el traje de baño para ir a meterse a las playas de Boca del Río con la finalidad de acabar con la satanización que de ellas había hecho la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
En esa llamativa aventura los acompañaron Salvador Manzur, entonces alcalde de Boca del Río; José Ruiz Carmona, director del SAS; Eduardo Aubry de Castro Palomino, procurador de Medio Ambiente y Ezequiel Arango, presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles de Boca del Río, entre otros.
En lo particular, lo que atrajo mi atención fue lo de los “jicarazos”.
A mi mente llegaron lejanos recuerdos de la infancia de este reportero en la casa paterna de Acayucan donde teníamos un patio grande con matas de café y de plátano; árboles de aguacate, de capulín, palmas de coco y un hermoso árbol de jícaro al que se le enredaba una nopalera que producía ricas y jugosas pitayas.
Estaba plantado al lado de un pozo profundo con aguas cristalinas que en los tiempos de tormenta se llenaba hasta el brocal y servía de alberca a Pedro mi hermano y a mi.
Mi padre nos enseñó a cortar a la mitad, con sierra y simetría las bolas del jícaro, para quedar perfectas, quitarles la pulpa, ponerlas a secar al sol y usarlas para llenar de agua las cubetas o bien para bañarnos y disfrutar el vital líquido sobre nuestros cuerpos.
También en ocasiones cuando mi madre no tenía dinero para comprar las tortillas, las jícaras nos salvaban del hambre al usarlas como instrumento de trueque con don Chevo el molinero que generosamente nos concedía la masa.
Todas esas vivencias del pasado como los baños a cubetazos, los excusados o letrinas, el papel periódico que sustituía al sanitario que en el mejor de los casos el de estraza era un lujo, aún persisten en la provincia veracruzana y son cosas que en menor nivel también sufren los niños y adultos de las ciudades.
Por eso cuando leí que Héctor Yunes Landa en su permanente campaña de casi treinta años o más de político interesado en lo que piensa el pueblo veracruzano, decía que en ocasiones se baña “a jicarazos” entendí que se mete a convivir a las casas de gente que son sus amigos y que lo invitan a pernoctar con ellos y así enterarse de sus carencias y necesidades.
Me interesé en el tema y me comentó que fue a Misantla el sábado, invitado por su amigo de hace por lo menos 30 años Juan Pelayo Roa, Presidente de la A. C. Caminando Unidos Por Misantla y de Lizeth Antonia Espinoza Hernández; de Rafael Salazar García y de muchos amigos ganaderos, transportistas yel diputado Local Heber Carballo Salazar.
En una agitada gira que lo trajo de México al puerto jarocho, a Xalapa y a la Señorial Misantla les informó que como parte del 450 aniversario de la fundación de esta ciudad, el Servicio Postal Mexicano emitirá un timbre postal en el mes de mayo, mismo que le habían pedido gestionar.
Finalmente el senador choleño se fue a la casa de Roberto Argüello, presidente de un comité seccional de su partido, allí en la Colonia Rafael Ramírez donde todavía disfrutó de un buen café, escuchó la tradición oral de la familia y se fue a dormir a la habitación que gentilmente le ofrecieron.
Así es Yunes Landa, y así como él seguramente andan los demás políticos de la aldea y del altiplano, que con toda legitimidad aspiran a seguir en esa carrera política.
De otros temas, es bueno aclarar como lo hizo ya el magistrado Alberto Sosa Hernández presidente del Tribunal Superior de Justicia, que el juez Tercero de Primera Instancia, del distrito Judicial de Coatzacoalcos, Uriel Domínguez Colío, no está conociendo la causa penal del secuestro y asesinato del periodista Gregorio Jiménez de la Cruz.
Durante la sesión de ayer del Consejo de la Judicatura, a preguntas de los reporteros dijo que el juez solicitó licencia antes de la detención de los involucrados, por lo que en estos momentos, el titular del Juzgado, por ministerio de ley, es el secretario de Acuerdos.
Que tenga usted un gran día.
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