Fortalece Tatahuicapan su infraestructura hidráulica
XALAPA, Ver., 15 de febrero de 2014.- Con el siglo XXI han llegado nuevas formas de encubrir y ejercer la violencia, así lo indicó la especialista de la Universidad Veracruzana y exdirectora del Instituto Veracruzano de la Mujer, Martha Mendoza Parissi, quien dijo que en las últimas décadas se han generado distintas maneras de violentar a la mujer en la sociedad mexicana como son el sexismo benévolo y la violencia simbólica.
Ante ello, aseguró que el IVM ha continuado con un buen desempeño en la labor de vigilar que en las dependencias gubernamentales y en la sociedad misma, se abone a la erradicación de la violencia y a la formación de una cultura de perspectiva de género, sin embargo, reconoció que aún hay mucho por hacer.
«En eso falta mucho todavía, pero no sólo a esta sociedad, sino a todas las sociedades en general. Realmente hasta en los países más desarrollados, la persistencia de la desigualdad y la violencia es una realidad y muy fuerte», abundó.
En ese sentido, Mendoza Parissi sostuvo que un gran avance sería revisar la legislación que se tiene en la materia, de modo que se ajuste y armonice con los acuerdos internacionales que existen en ese tema, además de un mayor compromiso por parte de las instituciones encargadas de procurar la Justicia en el país.
«Mayor compromiso de la Procuraduría de Justicia para dar atención con calidad y calidez a las mujeres que viven violencia. Me parece que sobre todo eso es fundamental, que se apliquen los protocolos que existen, que es una tarea que yo sé que está haciendo el Instituto, la elaboración de protocolos y a mí me parece que el encargado de la Procuraduría debe conocer estas guías de orientación para la atención de la violencia».
Finalmente, si bien dijo que no existen cifras entorno a las nuevas manifestaciones de violencia que se ejercen actualmente, aseguró que son sensiblemente palpables, y es que dijo, las canciones, los chistes y la programación que existe en nuestro país, contiene altos índices de sexismo, lo que complica el panorama de la vulnerabilidad que viven las mujeres.