Da OPLE diputación plurinominal a Vicente Aguilar
XALAPA, Ver., 11 de febrero de 2014.- Una hora después de lo anunciado, el procurador de Justicia, Amadeo Flores Espinosa, acompañado de Enoc Maldonado, Fiscal Especial en el caso y de Gina Domínguez Colío, Coordinadora General de Comunicación Social, dio inicio la rueda de prensa ofrecida esta tarde.
Desde las 15:00 horas surgió la versión que habría una rueda de prensa, producto quizá, de la desinformación que se generó desde la mañana. Quadratín fue el primer medio local que publicó la lamentable muerte de Gregorio Jiménez de la Cruz, periodista de Notisur y que fuera secuestrado el pasado 5 de febrero, murió en manos de sus captores.
Sin embargo, otros medios especularon. Unos dijeron que estaba vivo, que había sido rescatado por elementos del Ejército Mexicano, incluso señalaban que estaba golpeado y deshidratado. Otros prefirieron asegurar que continuaba desaparecido. Un diputado, Eduardo Sanchez Macías, propietario de varios medios de comunicación se ufanó en declarar que Gregorio Jiménez de la Cruz había sido rescatado vivo y que ya se encontraba en su hogar. Al ser cuestionado sobre la autenticidad de la información, dijo que se lo habían confirmado sus reporteros, en el sur del estado.
Casi todo era falso. Sólo algunos medios de comunicación, la mayoría nacionales confirmaron que Jiménez de la Cruz había muerto.
En la recepción de la procuraduría, mezclados, reporteros, corresponsales, fotógrafos, camarógrafos, informadores políticos y algunos improvisados, listos para subir a una rueda de prensa en la que no habría preguntas.
Alrededor de las 17:00 horas, el llamado fue para los reporteros de las áreas de gobierno ellos pasaron primero, posteriormente, 10 minutos después el resto. Empujones, gritos, risas y el clásico ¡no empujen! Todos querían acomodarse lo más rápido posible en la pequeña sala de prensa de la procuraduría.
A los pocos minutos salieron los funcionarios. Los directivos de Notisur se quedaron en el despacho del fiscal veracruzano Amadeo Flores Espinosa. Posteriormente, el anuncio. Las acciones. La gran investigación –según ellos- que llevó a encontrar a Gregorio Jiménez de la Cruz seis días después. Para colmo, muerto.
Al término de la lectura del boletín y de los resultados de la investigación, los tres funcionarios dieron la vuelta, agacharon la cabeza y se fueron. No hubo una sola pregunta. Una sola declaración. Alguien dijo: ¿Ya para qué?
Huyendo de evento en evento, el gobernador Javier Duarte de Ochoa dirigió sus declaraciones hacia el procurador Flores Espinosa. El titular de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, que aportó mil elementos que no hicieron nada, también le lanzaba los reporteros al fiscal. A final de cuentas, ni el gobernador, ni el procurador, ni el secretario de Seguridad Pública, ni Gina Domínguez, pudieron devolver con vida a Gregorio Jiménez de la Cruz.
Con la muerte de Gregorio van 10 periodistas asesinados en la administración de Javier Duarte de Ochoa. Tres siguen desaparecidos. Se suman a las jovencitas que fueron secuestradas. A los feminicidios que nadie ha aclarado desde hace varios años y que se cuenta por decenas. A las extorsiones y a más de 490 secuestrados en los últimos tres años de gobierno.
Lo cierto es que hoy, ni los empresarios, ni las estudiantes, ni los niños, ni los trabajadores, ni los periodistas, están seguros que volverán a casa mientras se van a realizar sus actividades. Quizá una despedida por la mañana, vaya adquiriendo más valor cada día. Total, ni mil policías son capaces de encontrar a alguien. Y apenas va la mitad del sexenio.