Raúl López Gómez/Cosmovisión
Fue el ex alcalde xalapeño Rafael Hernández Villalpando, a la sazón subsecretario de Gobierno, cuando al inicio del cuatrienio del gobernador sustituto Dante Delgado Rannauro (1988-1992) se atrevió a argumentar, ante las críticas por su polémico desempeño y excesos de poder, que “se gobierna con los amigos, no con los enemigos”.
En parte, quizá, le asistía razón a Hernández Villalpando, quien en esa administración saltó después a la Rectoría de la Universidad Veracruzana pese a que en la Subsecretaría de Gobierno había sido acusado públicamente por diputados locales de oposición no sólo de represor sino de haber desviado recursos públicos para la construcción de una residencia particular en un fraccionamiento ubicado por el rumbo de Las Trancas, en los límites con el municipio de Emiliano Zapata.
Al cierre del cuatrienio dantista, en noviembre de 1992, el rector de la UV y el gobernador sustituto terminaron mal, distanciados por supuestas diferencias de tipo financiero. Se volvieron a reconciliar hasta tres años después, cuando Delgado Rannauro fue recluido en el penal de Pacho Viejo, víctima de la persecución del presidente Ernesto Zedillo y del ajuste de cuentas del gobernador salinista Patricio Chirinos y su operador político Miguel Ángel Yunes Linares, secretario general de Gobierno.
Cuatro sexenios después, en Veracruz y en México los conceptos y estilos de gobernar han ido evolucionando, al menos en el discurso. Y es que, por ejemplo, el pasado 31 de enero en la ceremonia de promulgación de la reforma política-electoral, el presidente Enrique Peña Nieto y el dirigente nacional del PRI, César Camacho Quiroz, destacaron entre los grandes cambios anunciados, la posibilidad de formar gobiernos de coalición.
“Nunca más un gobierno dividido debe ser un gobierno detenido. Para ello, el Presidente de la República podrá formar gobiernos de coalición con otros partidos políticos imprimiéndole funcionalidad a la administración pública y a la política por medio de un convenio y un programa aprobados por los senadores, que aporte certidumbre y eficacia a la acción gubernamental. La posibilidad de coaligarse para gobernar, acredita la madurez de nuestra democracia, pues sin dejar de lado el debate de las ideas ni que los partidos coaligados tengan que arriar banderas, debe ser posible construir un espacio en el que todos podamos contribuir”, expuso el dirigente priista.
Ya en su administración el presidente Zedillo había incorporado a su gabinete a un destacado miembro del PAN: al abogado Antonio Lozano Gracia, quien estuvo a cargo de la Procuraduría General de la República (PGR).
Aquí mismo, en Veracruz, el gobernador Javier Duarte también incluyó en posiciones estratégicas a ex militantes de Acción Nacional, como fue el caso de Gerardo Buganza Salmerón, quien inició en diciembre de 2010 en la Secretaría de Gobierno y desde agosto del año pasado despacha en la recién creada Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP), donde el ex senador, ex diputado federal y ex candidato blanquiazul a la gubernatura llegó a poner orden y está dando una gran batalla contra añejos vicios y de corrupción burocrática que le han generado algunos coletazos, poniendo a prueba el oficio político del ingeniero cordobés y su equipo, al que por cierto integró a ex colaboradores de Miguel Ángel Yunes pese a la rivalidad que desde hace cuatro años mantiene Buganza con el ex director del ISSSTE por la forma en que fue impuesto como candidato del PAN al gobierno de Veracruz por el ex presidente Felipe Calderón.
Previamente, en 2012, el gobernador Duarte de Ochoa había tomado una decisión similar con Enrique Ampudia Mello, otro prominente yunista al que sorpresivamente le dio la confianza de despachar en la Subsecretaría de Gobierno, cargo al que el amigo de Yunes renunció después de las elecciones locales de julio de 2013 para incorporarse a la PGR con Jesús Murillo Karam, con el que a ambos les une también una añeja amistad.
¿Cómo le están respondiendo a Duarte de Ochoa sus amigos que recibieron importantes responsabilidades en su administración? Quizá sea hora de que el mandatario veracruzano evalúe rigurosamente el desempeño de cada quien, pues conforme se acerque el cierre de su administración arreciarán los embates de sus enemigos de adentro y fuera del PRI que sin consideraciones ni escrúpulos buscarán hacerse del poder en la entidad.
Hoy, por ejemplo, coincidentemente en el año de la internacionalización de Veracruz –pues dentro de ocho meses será sede de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, y de los Juegos Centroamericanos y del Caribe–, en la entidad vuelven a resurgir en materia de seguridad pública algunos de los escenarios que desestabilizaron a la administración duartista en su inicio y que ya se creían superados en 2013.
Y es que algo no anda bien cuando, verbigracia, el titular de la SSP, Arturo Bermúdez Zurita, en plena crisis política por el secuestro del periodista sureño Gregorio Jiménez de la Cruz anda promoviéndose entregando a colonos porteños miles de anteojos –una labor que más bien le correspondería al Sistema Estatal del DIF–, y que al ser cuestionado acerca de las agresiones que reporteros de Acayucan sufrieron por parte de sus subordinados en esa región del sur, muy despectivamente el jefe policiaco responde: “Pregúntenle a ellos, yo soy Secretario, yo no estuve allá”, aunque posteriormente terminó por suspender a su enlace jurídico en esa Delegación y a un elemento de guardia.
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Pero el colmo fue el escándalo que personal de la Ayudantía del Gobierno del Estado, que también depende de Bermúdez, provocó la mañana de este sábado 8 en un céntrico hotel de Orizaba donde se reportó una balacera y que movilizó a las fuerzas federales de seguridad.
Al final del día, después de otras versiones muy distintas de funcionarios municipales y de la Subprocuraduría Regional de Justicia del estado, se emitió un comunicado en el que muy escuetamente sólo se informó que “fuerzas del orden repelieron la agresión de un grupo delincuencial sin que se registraran lesionados o abatidos”, que había “una persona detenida” y que “los hechos ocurrieron la mañana de este sábado en la calle Oriente 6 de esta ciudad (Orizaba) cuando las fuerzas de seguridad detectaron a un grupo de hombres armados quienes los agredieron suscitándose el enfrentamiento”.