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COATZACOALCOS, Ver., 18 de diciembre de 2013.- El presbítero y coordinador Diocesano de la Pastoral de Migrantes, David Hernández detalló que “la situación en Centroamérica es muy complicada, especialmente en Honduras, uno de los primeros lugares a nivel mundial en inseguridad y violencia” por lo que familias siguen huyendo de su país, principalmente para que los menores no sean captados por el crimen organizado”.
Situación por la cual familias enteras deciden arriesgarse a comenzar toda una travesía antes que perder a un integrante en su país natal a manos de la inseguridad. “Últimamente hemos atendido familias completas, y es preocupante porque las estadísticas se disparan en familias que deciden emigrar”, aseguró el coordinador Diocesano de la Pastoral de Migrantes, David Hernández.
Lo que más preocupa es la cantidad de menores que viajan hacinados con los adultos en “la Bestia”, por lo cual se espera ayuda de la población con víveres para poder atenderlos.
“Familias enteras se suben al tren cuando éste se encuentra estacionado y de ahí hasta Medias Aguas, lugar donde se ha encrudecido la violencia hacia los indocumentados”, señaló el presbítero.
En ocasiones – afirman los migrantes – ya no saben si es más violento el México y su paso por Veracruz o quedarse a la suerte en el país de origen.