Miguel Ángel Sánchez de Armas/Juego de ojos
El proceso penal que actualmente enfrenta en Estados Unidos el ex gobernador priista de Tamaulipas, Tomás Yarrington, es el caso más amplio que hasta ahora se ha presentado en una Corte Federal estadounidense contra un ex gobernante mexicano relacionado con el narcotráfico, ya que incluso Mario Villanueva, ex mandatario de Quintana Roo preso actualmente en Nueva York, sólo fue procesado por lavado de dinero.
Fiscales federales en Texas acusaron formalmente a Yarrington de haber recibido millonarios sobornos del narcotráfico para favorecer la operación de diversos grupos traficantes de droga –“Los Zetas”, los Beltrán Leyva y el Cártel del Golfo– y su distribución en Estados Unidos a través de la frontera. Junto al ex mandatario tamaulipeco también está imputado el empresario Fernando Cano, cómplice en varios negocios del ex gobernador.
Del expediente se desprende que además de recibir sobornos del crimen organizado, Yarrington incurrió en operaciones de lavado de dinero, al involucrarse en la adquisición de activos de alto valor en Estados Unidos, residencias y la apertura de cuentas. Las imputaciones provienen de los juzgados de los distritos sur y oeste de Texas, e incluyen además a Investigaciones de Seguridad Nacional, la agencia antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) y el Servicio de Impuestos Internos de Investigación Criminal, que conforman el Grupo de Trabajo contra el Crimen Organizado y Control de Drogas en Brownsville, San Antonio y Houston.
Sin embargo, un dato interesante en este escabroso asunto es el señalamiento que hacen los fiscales federales de Texas, los cuales acusan también a Yarrington de participar en el tráfico de cocaína al país del norte entre 2007 y 2009, a través del puerto de Veracruz y mediante su vinculación con Cano, por conducto de la empresa Materiales y Construcciones Villa de Aguayo, constructora de Tamaulipas que recibió grandes contratos en la administración del ex mandatario estatal.
¿Por qué hasta 2009? Curiosamente a mediados de ese año, la noche del 1 de junio, fue “levantado” y desparecido el administrador de la Aduana Marítima de Veracruz, Francisco Serrano Aramoni, un funcionario muy cercano al ex presidente Felipe Calderón Hinojosa que hasta la fecha no ha aparecido vivo ni muerto.
Pero a raíz de este hecho quedó al descubierto la complicidad con el crimen organizado de algunos elementos de la corporación municipal de Tránsito, cuyos agentes fueron implicados en el operativo para detener por un supuesto accidente vial a Serrano Aramoni, a quien desde entonces jamás se le volvió a ver.
¿Existirá alguna conexión entre el caso Yarrington y esta desaparición que todavía no ha sido esclarecida?
DUARTE A ROMA
Este fin de semana, el gobernador Javier Duarte de Ochoa será recibido por el Papa Francisco en Roma.
Y es que como parte del programa Navidad Mexicana en el Vaticano que cada año se monta en el Aula Paulo VI de la Santa Sede, este año corresponderá a Veracruz donar el tradicional Nacimiento, cuyas figuras fueron elaboradas por artesanos de Papantla.
Duarte de Ochoa viajará acompañado sólo de su señora esposa Karime Macías y de sus hijos mayores Javier y Carolina. El bebé Emilio se queda en Veracruz.
El mandatario retorna el próximo miércoles a la entidad.
GINA Y HARRY AL BAT
Continuando con el rol de comparecencias con motivo de la glosa del tercer informe de gobierno, este miércoles se presentarán ante diputados de las comisiones respectivas de la LXIII Legislatura local el secretario de Turismo, Harry Grappa, y la coordinadora general de Comunicación Social, Gina Domínguez Colío. El primero se presentará por la mañana y la vocera del gobierno del estado lo hará a partir de las 17:00 horas.