Dragado del río Jamapa evitará inundaciones y beneficiará la pesca: Unánue
ATZACAN, Ver., 28 de julio de 2017.- Como hace 400 años, cientos de feligreses se congregaron en la iglesia de Santa Ana Atzacan para venerar y rendirles culto a sus santos patronos, Santa Ana y San Joaquín, quienes de acuerdo con la tradición, son los padres de la Virgen María y abuelos de Jesús.
Desde hace más de 400 años, se realizan las mayordomías, y los mayordomos son los principales anfitriones y en ellos recae la responsabilidad de organizar la fiesta religiosa y compartir el pan y la sal con los pobladores que asisten a la celebración.
Los mayordomos no asumen esta responsabilidad como un compromiso de carácter social, sino como una manera de servir a Dios y a sus santos patrones por uno o más años; ellos se hacen acompañar por cuatro “mayores” y algunos anotadores de misas llamados “meseros”.
Su función no sólo se queda en coordinar la colocación de los arcos y arreglos florales, así como la procesión con los “santos platitos”, también asumen la obligación de visitar a los enfermos y recolectar algunos víveres y medicamentos para entregarlos a los más necesitados.
Una vez terminada la celebración, más de 30 personas participan en la danza de moros y cristianos, la cual se relaciona con la aparición de la Virgen María, y fue utilizada por los frailes franciscanos para evangelizar a los indígenas.
En las últimas décadas, los alcaldes o presidentes municipales también deben de formar parte de estos festejos patronales (independiente de la religión que profesen), pues al ser electos por los propios habitantes asumen la responsabilidad de velar, cuidar y proteger a su pueblo.