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XALAPA, Ver., 5 de marzo de 2015.- En total son dieciséis comunidades las que han seguido el ejemplo del pueblo de Villa Talea de Castro, Oaxaca, que en el 2013 lanzaron su propia telefonía inalámbrica, logrando derrotar el monopolio telefónico de Carlos Slim Helú.
La historia de Talea de Castro, con sus 2,500 habitantes que hablan en su mayoría zapoteco, le ha dado la vuelta al mundo desde 2013, en la última edición de la revista The Economist, dirigida a la élite política y económica del mundo
The Economist informa que proporcionar un servicio móvil en estos pueblos no era lo suficientemente rentable para las grandes empresas de telecomunicaciones, pues anteriormente costaba 50 mil dólares instalar una antena, y ahora cuesta sólo 7 mil 500 dólares, precio alcanzable para las pequeñas comunidades.
Las grandes redes de telefonía cobran alrededor de 3 pesos el minuto a llamadas a teléfonos móviles, mientras la red central propiedad de la comunidad de Villa Talea de Castro cobra por habitante una cuota mensual de 40 pesos que cubre las llamadas locales, y 82 centavos por minuto a teléfonos móviles.
Sin embargo, según el diario británico, las comunidades están encontrando algunas de las mismas dificultades que enfrentan los operadores de mayor envergadura, como cuando los clientes de la red comunitaria desean utilizar sus móviles en otra área. El mayor problema es que las redes locales no utilizan las tarjetas SIM para identificar a los usuarios que deben tener registrados sus teléfonos con el administrador de la red local.
En diciembre, la Comisión Federal de Telecomunicaciones (COFETEL) emitió un plan para reservar parte del espectro radioeléctrico para uso indígena y comunitaria bajo licencias sin fines de lucro hasta por 15 años. Esto podría animar a más comunidades a establecer sus propios servicios móviles. Sin embargo, el requisito sin fines de lucro podría disuadir a los inversores externos de poner dinero en tales esquemas, por lo que es difícil que puedan aumentar de escala, según The Economist.
“Es como un paso muy grande que una comunidad indígena, que está enclavada en la Sierra de Juárez, pueda tener comunicación vía celular. Pues es como una maravilla. No, como algo que nunca nos imaginamos que iba a poder suceder”, dijo una de las orgullosas usuarias de su propio servicio celular, en un video difundido por la organización civil Rhizomatica, clave para que este pueblo pudiera romper el monopolio.
La Red Celular de Talea (RCT) es una alternativa que lograron gracias al trabajo de una organización civil. Es cómoda, es muy económica y ofrece servicio a 2,500 habitantes, mayoritariamente indígenas de origen zapoteco, que no tenían ninguna opción.
“Ahora lo estamos viendo que se vuelve una realidad, que es algo que podemos tener, que cualquier persona puede tener en su casa, cualquier teléfono y a un bajísimo costo. Que es una posibilidad bien grande”, agregó usuaria oaxaqueña.
La telefonía en México ha sido controlado por un monopolio en manos del magnate Carlos Slim Helú, que logró comprar Telmex gracias a las reformas y al proceso de desincorporación emprendido por el Presidente priista Carlos Salinas de Gortari. Durante décadas, Slim ha mantenido un monopolio que lo convirtió en el primero o segundo hombre más rico del mundo.
La noticia de este pueblo tomó una relevancia nacional porque en esos momentos se discutía una polémica Reforma Energética que abrió el sector petrolero, en manos del Estado, a los inversionistas privados.
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