Raúl López Gómez/Cosmovisión
“Cincuenta sombras de Grey” y “Malaventura”, complicado recomendarlas
Por Héctor Trejo S.
A pesar de que me pareció una cinta poco recomendable para este fin de semana, las circunstancias exigían hablar al respecto, pues el boom mediático que ha generado la película dirigida por Sam Taylor-Johnson es digno de analizar.
Atrevida… quizás un poco; interesante… también; cursi… absolutamente; predecible… bastante. Con estas cuatro palabras definiría a la tan esperada cinta “Cincuenta sombras de Grey”, que ha generado una gran expectativa entre aquellos que han leído el libro del cual adaptaron el guión, obra de E. L. James.
La historia nos ubica en el momento en que Anastasia acude a realizar una entrevista periodística al millonario Christian Grey, a petición de una amiga. La charla va metiendo a la chica en un mundo de sexualidad desatada y cambiando sus esquemas mentales para dejarla a merced del experimentado galán de telenovela.
La cinta protagonizada por Jamie Dornan (Christian Grey) y Dakota Johnson (Anastasia Steele) es una mezcla curiosa de cursilería y pasión desenfrenada retratada de forma muy ligera, como pretendiendo que las llamadas chicas bien no se escandalicen con el resultado final del filme.
El trabajo histriónico, es pues, bien llevado por los dos actores, sobre quienes recae gran parte de lo verdaderamente rescatable del largometraje, pues al extraerlos de las páginas del libro con tintes de solemnidad, son tratados con mayor personalidad y les imprimen un sentido del humor bastante agradable para el espectador.
Acaso, la cinta traerá a la mente una reflexión clara: nadie sabe lo que el otro tiene en la cabeza, hasta que lo tiene en la intimidad.
Por otro lado tenemos “Malaventura”, una cinta mexicana de esas que se pueden calificar como palomeras y cuya característica principal es el trabajo de las Higareda (Martha y Miriam), que si hacemos memoria, recordamos las épocas en que los Bichir (Demián, Bruno y Odiseo) participaban en todas las cintas mexicanas, solo que de calidad.
La historia nos cuenta como un grupo de amigos fiesteros (Nicolás, Diego, Damián y “El Semilla”), agarran la fiesta para darle una despedida de Alejandra, la exnovia de uno de ellos que está por viajar al extranjero, aunque las cosas se complican y todo se vuelve complejo.
Un argumento común, predecible e infumable, pues el director Carlos Rincones genera un estereotipo del chilango, bastante absurdo.
Solo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico [email protected] o ingrese al sitio web www.inter-medios.jimdo.com