
Nostalgia, amor y bohemia en la segunda noche del Bolero en Tlacotalpan
En tiempos de la presidenta Claudia Sheinbaum, anda la voladora, como coloquialmente se dice en estás tierras, cuando la zozobra pone en alerta máxima a muchos políticos hombres y mujeres con la filiación de la 4T fundada por AMLO, y que ahora hay que salvar a la nave del naufragio político.
La doctora Claudia Sheinbaum, lleva el mando del rumbo, y en donde su trayectoria permanece, permite y da rumbo al destino del país con certidumbre, capoteando al temporal, precisamente en tiempos del huracán Trump, el de mayor fuerza destructiva de los últimos años.
Aquí, si se cumplen designios y profecías en torno al carácter que los opositores en campaña política, le atribuyeron de frialdad a la doctora Claudia Sheinbaum, lo que de una supuesta debilidad, se ha visto como su mayor fortaleza, la templanza.
Con el dominio propio de la capacidad de controlar emociones y reacciones, evitando explosiones de ira, demostrando que gobierna con sapiencia y sentido común al país considerado entre las diez potencias mundiales más importantes del orbe, y que se dirige a vencer inercias negativas de los pasados gobiernos que hicieron mucho daño al paso de noventa años.
Con la tomografía de diagnóstico al país, la presidenta Sheinbaum, va resolviendo y atendiendo con precisión problemas y retos en el día a día con la fortaleza que le dan el respaldo histórico de los mexicanos de aquí y los de allende las fronteras.
Respetuosa con el piloto automático que le dejaron con rumbo y destino para la nación, la presidenta va corrigiendo con urgencia y moderación, los acomodos de los equipos o grupos que son parte de una legión que viene desde hace varios años con el líder moral y fundador del Movimiento de Regeneración Nacional, en que con el sello particular de su mandato se le ha llamado ahora el Segundo Piso de la 4T.
Y de lo que se puede decir, que será la desbandada de personajes de la política en estos lares a los que les aparecen excesos o abusos en el ejercicio de la rendición de cuentas, la frase de la presidenta que se ha visto realista y famosa al decir que las soluciones a las problemáticas en la seguridad que se están atendiendo con prontitud y a los que se han tornado rebeldes y misóginos con la mujer que gobierna con mano firme, y sin límites a las consecuencias al decir “hasta que tope”.
Todo con un significado relevante de una mujer valiente y decidida a terminar con la peor pesadilla para los mexicanos con la terminación del amasiato de políticos y funcionarios públicos con la delincuencia.
Y todo esto, como un logro de su gobierno, en donde no espera, ni permite que del vecino país del norte le dicten líneas, ni el rumbo al mantener al país bajo su liderazgo natural, sin aceptar injerencias, ofensas y malas vibras, evitando conflictos innecesarios, cuando el compromiso es de poner orden en la casa, para dar gobernabilidad con responsabilidad y seguridad a todos, sin excepción como el más grande reto.
Sin inmutarse a los problemas de poner orden en el factor humano de los grupos de la 4T, a la presidenta Claudia Sheinbaum, se le ha visto la mano suave pero muy firme en el arte de gobernar con inteligencia, y dando espacio y respeto a los hombres y mujeres para que se acomoden al nuevo estilo de un mandato que pondrá a México en un lugar preponderante.
Dando oportunidad y tiempo a los personajes como el licenciado Adán Augusto López Hernández, ahora senador que recibe un respaldo respetuoso a que de “motu propio” resuelva todo el desgarriate “normal” de los grupos de poder con diferencias irreconciliables en Tabasco, que es el estado emblema de la 4T, otrora lo fue el grupo de Atlacomulco en el pasado con el priismo nefasto y en extinción, pero que por la necesidad de la época el país ya no tendrá firmas, ni consignas para lograr la unidad anhelada con paz, libertad y sin los abusos de poder del pasado.
Pacificar al país y poner orden no es una tarea fácil, pero por lo pronto los resultados para los mexicanos están a la vista y con optimismo se perciben vientos de cambio a pesar de las resistencias.
Aquí, la dupla de los políticos experimentados como Alfonso Ramírez Cuéllar y Ricardo Monreal, son los que llevan mano en el trabajo puntual de cumplir con la delicada misión de seguir ayudando a la presidenta Claudia Sheinbaum desde los acuerdos cupulares plurales, sin colores.
Porque enderezar el rumbo sin filias ni fobias es la misión principal, que demanda el interés nacional que dos personajes como Alfonso Ramírez Cuéllar y Ricardo Monreal, garantizan que tendrán mayor relevancia a partir de ahora, unidos para dar todo el respaldo a la mandataria y estadista, que se ha ganado a pulso el reconocimiento internacional con luz propia. Andale. Así las cosas.