
Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
Personajes de Veracruz
Originario de Córdoba, la historia de José Manuel del Río Virgen, comienza desde una modesta familia que por razones laborales emigró al norte del estado, asentándose en Papantla.
Para José Manuel del Río Virgen, la vida ha sido cuesta arriba, luchando, trabajando y estudiando siempre como un modelo a seguir.
Así obtuvo, una larga carrera profesional de economista del Instituto Politécnico Nacional con doctorado y otros estudios de posgrado en Europa.
Por razones de su profesión de economista ha obtenido importantes premios y reconocimientos internacionales que además de prestigio, le han dado un lugar de relevancia en el campo de la política y del servicio público, pero desde sus años juveniles de ser reconocido por su formación de la izquierda, junto a personajes como Heberto Castillo, Dante Delgado y muchos más, con los que ha sostenido una larga y solidaria amistad como Ricardo Monreal, quién ha sido de los que ha mantenido cercanía, compañerismo y un alto grado de coincidencia en la lucha por llevar a México por caminos de transparencia en la rendición de cuentas.
Es así, como la vida hoy por decisión de su gran capacidad y hasta del mismo destino, se desempeña como vigilante de los recursos públicos del país, y por lo mismo se convierte en el ser más incómodo, odiado, peligroso, repudiado y hasta como piedra en el zapato de muchos.
Pero, José Manuel del Río, es un ser místico que para los que no lo conocen es un férreo creyente en Dios y como Job, va ante la vida siempre dando gracias por todo lo bueno o lo malo, que se le ha podido presentar todos estos años en los que el economista fue diputado federal por una carambola del destino, pero su vida ha sido la de un académico comprometido con su profesión.
Los azares del destino hace algunos años lo llevaron a conocer la cárcel por seis meses, y todo por la circunstancia de los tiempos políticos sin deberla, ni tenerla y por lo mismo vivió la experiencia en la vida que no se le desea a nadie.
De aquel tiempo, José Manuel, de lo que se pudo ver como una debilidad, hizo la mayor fortaleza de su vida, resistir ante la injusticia con una resiliencia estoica, que el mismo narra que no le desea a nadie, ni al peor de sus enemigos, y por lo mismo su personalidad es más enigmática, es un imán que le dan ese halo, que ante lo que ha sucedido a lo largo de la historia de la humanidad, si lo tuvo que sufrir el maestro Jesús, porque no cualquier otro mortal como él o muchos, más que son víctimas ante los despiadados de los modernos seres que con poder emulan a Calígula o a Salomé, y se las creen de todas, todas, olvidando que existe el karma, y al final de forma terrenal hay que pagar facturas en donde las creencias, dicen que todo se paga en esta vida.
A Del Río, los astros se le han alineado en tiempos de la 4T, como un ser apolítico y plural, que cumple una función pública, la más difícil como aquellos tiempos de “Saulo, por qué me persigues”. Andale. Así las cosas.