COATZACOALCOS, Ver., 24 de junio de 2019.- Desde temprana hora, Adrián Hernández, con su personalidad reservada, llega todas las mañanas a un costado del Malecón Costero en busca de un ingreso económico, siguiendo los pasos de su padre, quien hace más de cincuenta años inició este negocio familiar con la visión de innovar la venta de este fruto tropical y buscando generar una identidad porteña con ello.

Sin importar las condiciones climáticas, que llegan a registrar temperaturas de hasta 40 grados centígrados, el puesto El Canelo, es un negocio que más que hacer un homenaje al boxeador jalisciense Saúl Álvarez, recuerda al antiguo carrito de madera tirado por un caballo, que el padre de Don Adrián adquirió para poder ofrecer su productos que van desde raspados, chamoyadas y diablitos, hasta llegar al producto estelar: el tradicional coco frío.

“Mi padre comenzó a vender en la zona de playa, aquí pegado en las escolleras, cuando todavía era arena; Ahí se paseaba por horas vendiendo sus productos, sin embargo, un día se le ocurrió enfriar los cocos y venderlos así, eso fue el principio de este negocio. Quien viene a Coatzacoalcos y no toma un coco, es como el que el va al puerto de Veracruz y no va al café La Parroquia”.

Recordó con tristeza el año 2000, cuando este caballo que era muy querido entre los paseantes y los propios lugareños murió envenenado, dejando atrás varios años de sonrisas y momentos familiares, debido a que era buscado no solo por la degustación del tradicional coco, sino por ser parte de una estampa fotográfica que remontaba al antiguo Puerto México, hoy Coatzacoalcos.

“El caballito (Canelo) era muy mujeriego, recuerda Adrián entre risas, lo seguían mucho las chamacas, lo buscaban para la foto, muy independiente de tomar el coco, se tomaban la foto con él, lamentablemente murió en septiembre del año 2000, lo envenenaron donde se quedaba en la noche”.

Lamentó todos los problemas sociales que existen actualmente como la crisis económica e inseguridad, sin embargo confió que las actuales autoridades municipales ayuden a preservar esta tradición porteña que se niega a perderse.

En entrevista, el Director de Comercio del Ayuntamiento de Coatzacoalcos, Miguel Espinoza Villegas precisó que actualmente existen más de 40 puestos semifijos en la zona de escolleras, de los cuales más de un 50 por ciento son dedicados a la venta de coco, los cuales tienen una venta diaria.

Explicó que desde que llegaron a la presente administración han buscado, a través de las diversas áreas del Gobierno que encabeza Víctor Manuel Carranza Rosaldo, detonar económicamente a este sector, a través de actividades artísticas, culturales y deportivas, con el fin de reforzar la economía de los productores y exhibidores de este producto.