XALAPA, Ver., 11 de junio de 2017.- En los últimos años, la esperanza de vida de las mujeres en Veracruz ha disminuido sin detenerse; hasta el momento se ha reducido en 0.2 años para las adolescentes respecto a sus madres y abuelas, informó la secretaria técnica de la Organización para el Desarrollo Social y Educación para Todos ODISEA, A.C, Xóchitl Meseguer Lemus.

Añadió que el estado mantiene la quinta esperanza de vida más baja de todo el país, debido a la pobreza, la violencia y la deficiente atención en los servicios médicos, que se conjuntan y afectan este indicador.

«Veracruz tiene la quinta esperanza de vida más baja entre mujeres. Es el estado donde además la pobreza se conjunta con la deficiencia en la prestación de servicios de salud. Junto con esto tenemos la contradicción de que nuestras niñas, nuestras adolescentes, van a vivir menos que quienes hoy somos adultas, tienen una esperanza de vida menor».

La activista indicó que sobre todo el sector de Lesiones de Causa Externa de los indicadores de morbilidad de las autoridades de salud, registran las primeras causas de muerte y de reducción en la esperanza de vida. Especificó que el factor más determinante es la violencia intrafamiliar.

«Se ha dado por las lesiones de causa externa, en esta agrupación se reúnen homicidios, suicidios y accidentes. Sobre todo lo que ocasiona este problema ha sido el problema de los homicidios de adolescentes en el estado y junto con esto el crecimiento muy grande de la violencia familiar».

De 2010 a 2015 la violencia intrafamiliar dirigida a adolescente creció en 70 por ciento, sobre todo adolescentes que viven en pareja, que ya son madres y que su pareja es violenta con ella y que se conjunta con la impunidad. Para 2014, según el Censo Nacional de Justicia 409 personas fueron procesadas por violencia intrafamiliar, de 2 mil 200 casos reportados.

A decir de Meseguer Lemus, parte de la responsabilidad en esta impunidad la tiene el propio personal de los nosocomios, que no reporta ante las autoridades los casos de violencia intrafamiliar, y es que, dijo, se está hablando no de rasguños o golpes menores, sino de lesiones severas.

«Los servicios de salud no canalizan estos casos hacia el Ministerio Público y las personas tampoco levantan las denuncias correspondientes», concluyó.